El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés.
Eclesiastés 11:10 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Quita pues la tristeza de tu corazón, y aparta el mal de tu carne; porque la niñez y la juventud son vanidad. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido. Biblia Católica (Latinoamericana) No dejes que la amargura se instale en ti, ni la enfermedad en tu cuerpo: ¡juventud y cabellos negros son traicioneros! La Biblia Textual 3a Edicion Aparta, entonces, la frustración de tu corazón Y aleja el mal de tu carne, Porque la mocedad y la juventud son vanidad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aparta de tu corazón la tristeza y ten lejos de tu carne el sufrimiento, porque juventud y cabellos negros presto se pasan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. |
El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés.
¿Por qué escribes contra mí amarguras, y me haces cargo de los pecados de mi juventud?
Sus huesos están llenos de los pecados de su juventud, y con él serán sepultados en el polvo.
Zain De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.
He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; allega, y no sabe quién lo cogerá.
La locura está ligada en el corazón del niño; mas la vara de la corrección la hará alejar de él.
Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Y acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.
Así que, amados, pues teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios.
Huye también de los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón.