Daniel 6:14 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras El rey entonces, oyendo el negocio, le pesó en gran manera, y sobre Daniel puso corazón para librarlo; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó para librarle. Biblia Nueva Traducción Viviente Al oír esto, el rey se angustió mucho y procuró encontrar un modo de salvar a Daniel. Pasó el resto del día buscando una manera de librarlo de ese aprieto. Biblia Católica (Latinoamericana) Al oír esas palabras, el rey se molestó mucho; quería salvar a Daniel y hasta la puesta del sol, buscó en vano una solución. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera, y resolvió librar a Daniel, y hasta la puesta del sol se esforzó por librarlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió el monarca: 'Eso es lo decidido, según la ley de los medos y de los persas, que es irrevocable'. Entonces ellos contestaron al rey en estos términos: 'Daniel, uno de los deportados de Judá, no hizo caso de ti, ¡oh rey!, ni de la prohibición que promulgaste, porque tres veces al día hace su oración'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey, al oír estas palabras, se disgustó mucho consigo mismo y dispuso su corazón para librar a Daniel, y trabajó hasta la puesta del sol para librarlo. |
Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al rey no viene provecho de dejarlos.
Y fueron entre ellos, de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías,
Hay unos varones judíos, los cuales tú pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia; Sadrac, Mesac, y Abed-nego; estos varones, oh rey, no han hecho cuenta de ti; no adoran tus dioses, no adoran la estatua de oro que tú levantaste.
Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac, y Abed-nego. Luego fueron traídos estos varones delante del rey.
Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla.