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Daniel 5:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

En aquella misma hora salieron unos dedos de una mano de hombre, y escribían delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la palma de la mano que escribía.

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Biblia Reina Valera 1960

En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

De pronto, vieron los dedos de una mano humana que escribía sobre la pared blanqueada del palacio del rey, cerca del candelabro. El propio rey vio la mano mientras escribía

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues bien, de repente aparecieron frente al candelero los dedos de una mano, que escribían sobre el estuco del muro del palacio real. El rey vio esa mano que escribía

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La Biblia Textual 3a Edicion

cuando de repente aparecieron los dedos de una mano humana, que escribía delante del candelero sobre lo encalado del muro del palacio real, y el rey veía cómo escribían los dedos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En aquel instante, aparecieron los dedos de una mano humana que escribían, delante del candelabro, sobre el yeso de la pared del palacio real. El rey veía la palma de la mano que escribía.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

En aquella misma hora salieron unos dedos de mano de hombre, y escribían delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la palma de la mano que escribía.

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Daniel 5:5
15 Cross References  

que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita por un momento?


El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado; y no habrá para él medicina.


Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.


Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando cae una voz del cielo: A ti dicen, rey Nabucodonosor; El reino es traspasado de ti;


En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como de águila, y sus uñas como de aves.


Y ahora fueron traídos delante de mí, sabios, astrólogos, que leyesen esta escritura, y me mostrasen su declaración, pero no han podido mostrar la declaración del negocio.


Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera, y de piedra.


Entonces el rey se demudó de su color, y sus pensamientos lo turbaron, y se desataron las ceñiduras de sus lomos, y sus rodillas se batían la una con la otra.


Entonces fueron introducidos todos los sabios del rey, y no pudieron leer la escritura, ni mostrar al rey su declaración.


Rayendo la cédula de los decretos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y clavándola en el madero;