y le habló bien, y puso su asiento sobre el asiento de los reyes que con él estaban en Babilonia.
Daniel 5:19 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones, y lenguas, temblaban y temían delante de él. A los que él quería mataba, y a los que quería daba vida; a los que quería engrandecía, y a los que quería humillaba. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. Biblia Nueva Traducción Viviente Lo hizo tan poderoso que gente de toda raza, nación y lengua temblaba de temor ante él. El rey mataba a quienes quería matar y perdonaba a quienes quería perdonar; honraba a quienes quería honrar y humillaba a quienes quería humillar. Biblia Católica (Latinoamericana) Debido a ese poder que había recibido, los hombres de todos los pueblos, naciones y lenguas estaban llenos de terror y temblaban ante él. Mataba o dejaba vivir a su arbitrio, elevaba o bajaba a quien quería. La Biblia Textual 3a Edicion Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían ante él. A quien quería mataba y a quien quería concedía vida; a quien quería engrandecía y a quien quería, abatía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y por la majestad que le dio, temblaban ante él y le respetaban todos los pueblos, naciones y lenguas. Mataba a quien quería, y a quien quería dejaba con vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones, y lenguas, temblaban y temían delante de él. A quien quería, mataba, y a quien quería, dejaba con vida; a quien quería, engrandecía, y a quien quería, humillaba. |
y le habló bien, y puso su asiento sobre el asiento de los reyes que con él estaban en Babilonia.
La ira del rey es mensajero de muerte; mas el hombre sabio la evitará.
No seas ligero a rebelar contra él, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quisiere;
Yo lo entregué en mano del fuerte de los gentiles, él lo tratará; por su impiedad lo derribé.
Por lo cual la multitud se ensoberbecerá, se elevará su corazón, y derribará muchos millares; mas no prevalecerá.
Y el que vendrá contra él, hará a su voluntad, ni habrá quien se le pueda parar delante; y estará en la tierra deseable, la cual será consumida en su poder.
Y se levantará un rey valiente, el cual se enseñoreará sobre gran dominio, y hará a su voluntad.
Y el rey hará a su voluntad; y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y será prosperado, hasta que la ira sea acabada, porque hecha está la determinación.
Por mí, pues, se pone decreto, que todo pueblo, nación, o lengua, que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac, y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa sea puesta por muladar; por cuanto no hay otro dios que pueda librar como éste.
Y el pregonero pregonaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones, y lenguas,
y cualquiera que no se postrare y la adorare, en la misma hora será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.
Por sentencia de los centinelas se acuerda el negocio, y por dicho de los santos la demanda: para que conozcan los vivientes que el Altísimo se enseñorea del reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltasar, estuvo callando casi una hora, y sus pensamientos lo espantaban. El rey entonces habló, y dijo: Beltasar, el sueño ni su declaración te espanten. Respondió Beltasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su declaración para los que mal te quieren.
tú mismo eres , oh rey, que creciste, y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza, y ha llegado hasta el cielo, y tu señorío hasta el cabo de la tierra.
Cuanto más que el dado al vino, transpasador, hombre soberbio no permanecerá. Que ensanchó como un osario su alma, y es como la muerte, que no se llenará; antes reunió a sí todos los gentiles, y amontonó a sí todos los pueblos.
Respondió Jesús: Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuese dado de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.
Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas.
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste muerto, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;