Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío, y la heredad que Dios le señala por su palabra.
Daniel 4:24 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Esta es la declaración, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre el rey mi señor: Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: Biblia Nueva Traducción Viviente »”Esto es lo que significa el sueño, su majestad, y lo que el Altísimo ha declarado que le sucederá a mi señor, el rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, oh rey, escucha mi consejo. Redime tus pecados practicando la justicia, y tus injusticias siendo bueno con los desgraciados; entonces te irá bien en todo. La Biblia Textual 3a Edicion ésta es la interpretación, oh rey, y la sentencia de Il•laya, que ha venido sobre mi señor el rey: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por tanto, ¡oh rey!, acepta mi consejo: redime tus pecados con obras de justicia y tus iniquidades con la compasión por los pobres; así se prolongará tu felicidad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre el rey mi señor: |
Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío, y la heredad que Dios le señala por su palabra.
El derrama menosprecio sobre los príncipes, y les hace andar errados, vagabundos, sin camino.
Y los hizo ser para siempre por el siglo; les puso ley que no será quebrantada.
Yo recitaré el decreto. El SEÑOR me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy.
Por misericordia y verdad será purgado el pecado; y con el temor del SEÑOR se aparta del mal.
Clemencia y verdad guardan al rey; y con misericordia sustenta su trono.
El SEÑOR de los ejércitos lo decretó, para envilecer la soberbia de toda gloria; y para abatir todos los ilustres de la tierra.
Por sentencia de los centinelas se acuerda el negocio, y por dicho de los santos la demanda: para que conozcan los vivientes que el Altísimo se enseñorea del reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.
Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltasar, estuvo callando casi una hora, y sus pensamientos lo espantaban. El rey entonces habló, y dijo: Beltasar, el sueño ni su declaración te espanten. Respondió Beltasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su declaración para los que mal te quieren.
Las señales y milagros que el alto Dios ha hecho conmigo, conviene que yo las publique.