Y le dijo José: Esta es su declaración: Los tres sarmientos son tres días;
Daniel 4:18 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Yo el rey Nabucodonosor vi este sueño. Tú pues, Beltasar, dirás la declaración de él, porque todos los sabios de mi reino nunca pudieron mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque hay en ti espíritu de los ángeles santos de Dios . Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses santos. Biblia Nueva Traducción Viviente »”Beltsasar, ese fue el sueño que tuve yo, el rey Nabucodonosor. Ahora dime qué significa, porque ninguno de los sabios de mi reino ha podido hacerlo. Sin embargo, tú puedes decírmelo porque el espíritu de los dioses santos vive en ti”. Biblia Católica (Latinoamericana) Su follaje era hermoso y su fruto abundante. Alimentaba a todo el mundo, las fieras salvajes dormían bajo su sombra y entre sus ramas anidaban las aves del cielo. La Biblia Textual 3a Edicion Yo, el rey Nabucodonosor, vi este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás su interpretación, porque ninguno de los sabios de mi reino han podido darme su interpretación, pero tú sí puedes, porque en ti mora el espíritu de los dioses santos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 cuyo ramaje era hermoso y su fruto abundante, que tenía alimento para todos, a cuya sombra se cobijaban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque hay en ti espíritu de los dioses santos. |
Y le dijo José: Esta es su declaración: Los tres sarmientos son tres días;
Y dijo el Faraón a José: Yo he soñado un sueño, y no hay quién lo declare; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para declararlos.
Y acaeció que a la mañana su espíritu se atormentó; y envió e hizo llamar a todos los magos de Egipto, y a todos sus sabios: y les contó el Faraón sus sueños, mas no había quién los declarase al Faraón.
Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y preguntarán a sus imágenes, a sus mágicos, a sus pitones y a sus adivinos.
Y en todo negocio de sabiduría e inteligencia que el rey les demandó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.
Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo ello; tú eres aquella cabeza de oro.
Respondieron la segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos su declaración.
Y ahora fueron traídos delante de mí, sabios, astrólogos, que leyesen esta escritura, y me mostrasen su declaración, pero no han podido mostrar la declaración del negocio.
Entonces fueron introducidos todos los sabios del rey, y no pudieron leer la escritura, ni mostrar al rey su declaración.
Porque no hará nada el Señor DIOS, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.