Y él respondió: He sentido un vivo celo por el SEÑOR Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han matado a cuchillo tus profetas; y yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Daniel 3:18 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y si no, sepas, oh rey, que a tu dios no adoraremos, y la estatua que tú levantaste, no honraremos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado. Biblia Nueva Traducción Viviente pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero si no lo quiere, has de saber que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que erigiste'. La Biblia Textual 3a Edicion y aunque no lo haga, oh rey, entiende que tampoco daremos culto a tus dioses, ni nos postraremos ante la estatua que hiciste levantar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero en el caso de que no lo haga, has de saber, ¡oh rey!, que ni aun entonces veneraremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has erigido'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua de oro que has levantado. |
Y él respondió: He sentido un vivo celo por el SEÑOR Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu alianza, han derribado tus altares, y han matado a cuchillo tus profetas; y yo solo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Y yo haré que queden en Israel siete mil; todas las rodillas que no se encorvaron a Baal, y todas las bocas que no lo besaron.
He aquí , aunque me matare, en él esperaré; pero defenderé delante de él mis caminos.
Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un leoncillo.
Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac, y Abed-nego, que envió su ángel, y libró a sus siervos que esperaron en él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que sirviesen ni adorasen otro dios que su Dios.
No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar; temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el quemadero.
El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Sereno; porque el cielo tiene arreboles.
Entonces Pedro y Juan, respondiendo, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios;
escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado.
Y si mal os parece servir al SEÑOR, escogeos hoy a quién sirváis; o a los dioses a quien sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; que yo y mi casa serviremos al SEÑOR.
Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la Palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.