y a Caín y a su presente no miró. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
Daniel 3:13 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac, y Abed-nego. Luego fueron traídos estos varones delante del rey. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que le trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Nabucodonosor se enfureció y ordenó que trajeran ante él a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Cuando los trajeron, Biblia Católica (Latinoamericana) Rojo de ira, Nabucodonosor pidió que le trajeran a Sidrac, Misac y Abdénago; trajeron a esos hombres ante el rey. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Nabucodonosor, con cólera y furor, mandó traer a Sadrac, Mesac y Abed-nego, los cuales fueron llevados de inmediato ante el rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Furioso entonces Nabucodonosor, ordenó llamar a Sidrac, Misac y Abdénago, que fueron conducidos a la presencia del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Nabucodonosor con ira y con enojo mandó que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Y al punto fueron traídos estos varones delante del rey. |
y a Caín y a su presente no miró. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
Mejor es que se encuentre un hombre con una osa a la cual han robado sus cachorros, que con un loco en su locura.
Pesada es la piedra, y la arena pesa; mas la ira del loco es más pesada que ambas cosas.
El hombre iracundo levanta contiendas; y el furioso muchas veces peca.
a los cuales el príncipe de los eunucos puso nombres; y puso a Daniel, Beltasar y a Ananías, Sadrac; y a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
Por esto el rey con ira y con gran enojo, mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia.
Entonces Nabucodonosor fue lleno de ira, y se demudó la figura de su rostro sobre Sadrac, Mesac, y Abed-nego; habló, y mandó que el horno se encendiese siete veces más de lo que cada vez solía.
Y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los gentiles.
Mas vosotros mirad por vosotros; porque os entregarán en los concilios, y en las sinagogas seréis azotados; y delante de gobernadores y de reyes seréis llamados por causa de mí, por testimonio a ellos.
Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, siendo llevados a los reyes y a los gobernadores por causa de mi nombre.
Y ellos se llenaron de rabia; y hablaban los unos a los otros qué harían a Jesús.
Y algunos días después, viniendo Félix con Drusila, su mujer, la cual era judía, llamó a Pablo, y oyó de él la fe que es en el Cristo.