y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con El.
Daniel 12:3 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Biblia Nueva Traducción Viviente Los sabios resplandecerán tan brillantes como el cielo y quienes conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Los que tengan el conocimiento brillarán como un cielo resplandeciente, los que hayan guiado a los demás por la justicia brillarán como las estrellas por los siglos de los siglos. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento; y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por siempre jamás.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, a perpetua eternidad. |
y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con El.
El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas, es sabio.
Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
Del trabajo de su alma verá y será saciado. Y con su conocimiento justificará mi Siervo justo a muchos; y él llevará las iniquidades de ellos.
Y si ellos hubieran estado en mi secreto, también hubieran hecho oír mis palabras a mi pueblo; y les hubieran hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
Y los sabios del pueblo darán sabiduría a muchos; y caerán a cuchillo y a fuego, en cautividad y despojo, por algunos días.
Y algunos de los sabios caerán para ser purgados, y limpiados, y emblanquecidos, hasta el tiempo del fin, porque aun para esto hay plazo.
Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purgados. Y los impíos se empeorarán, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Y Jesús les dijo: De cierto os digo, que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando se sentará el Hijo del hombre en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su familia para que les dé alimento a tiempo?
Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega.
El era lámpara que ardía y alumbraba; mas vosotros quisisteis recrearos por una hora a su luz.
Había entonces en la Iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, y Simón el que se llamaba Niger, y Lucio Cireneo, y Manaén, que había sido criado con Herodes el tetrarca, y Saulo.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como sabio maestro de obra, puse el fundamento, mas otro prosigue el edificio, pero cada uno vea cómo prosigue el edificio.
Y él dio unos, apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y maestros;
Porque debiendo ser ya maestros de otros , si miramos el tiempo, tenéis necesidad de volver a ser enseñados, de cuáles sean los primeros elementos de las palabras de Dios, y sois hechos tales que tenéis necesidad de leche, y no de mantenimiento firme.
Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también;
El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los siete candeleros de oro. Las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias; y los siete candeleros que has visto, son las siete Iglesias.
Así perezcan todos tus enemigos, oh SEÑOR; mas los que te aman, sean como el sol cuando nace en su fuerza. Y la tierra reposó cuarenta años.