Por tanto, el SEÑOR os esperará para tener misericordia de vosotros, y por tanto será ensalzado teniendo de vosotros misericordia; porque el SEÑOR es Dios de juicio; bienaventurados todos los que a él esperan.
Daniel 12:12 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Bienaventurado el que esperare, y llegare hasta mil trescientos treinta y cinco días. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Benditos sean los que esperen y permanezcan hasta el fin de los 1335 días! Biblia Católica (Latinoamericana) Feliz el que se mantenga en pie y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. La Biblia Textual 3a Edicion Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurado el que espere, y llegue hasta mil trescientos treinta y cinco días. |
Por tanto, el SEÑOR os esperará para tener misericordia de vosotros, y por tanto será ensalzado teniendo de vosotros misericordia; porque el SEÑOR es Dios de juicio; bienaventurados todos los que a él esperan.
Y cumplidos éstos, dormirás sobre tu lado derecho segunda vez, y llevarás sobre ti la maldad de la Casa de Judá cuarenta días, día por año, día por año te lo he dado.
Y él me dijo: Hasta dos mil trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será justificado.
Porque si el desechamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos , sino vida de entre los muertos?
Y echa fuera el patio que está dentro del templo, y no lo midas, porque es dado a los gentiles; y hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos sesenta días.
Y le fue dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y le fue dada potencia de obrar cuarenta y dos meses.
Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue dado juicio; y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, que no adoraron la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron su marca en sus frentes, ni en sus manos, y vivirán y reinarán con el Cristo los mil años.