Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y procuró dónde llorar: y entró en su cámara, y lloró allí.
Cantares 5:4 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mi amado metió su mano por el agujero, y mis entrañas se conmovieron dentro de mí. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Mi amado metió su mano por la ventanilla, Y mi corazón se conmovió dentro de mí. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi amante trató de abrir el cerrojo de la puerta, y mi corazón se estremeció dentro de mí. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi amado metió la mano por la cerradura;
¡cómo se me estremeció el corazón!' La Biblia Textual 3a Edicion Mi amado extendió° su mano a través del resquicio,° Y mis entrañas se conmovieron por él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi amado puso su mano en el resquicio, y mis entrañas se estremecieron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi amado metió su mano por la ventanilla de la puerta, y mis entrañas se conmovieron dentro de mí. |
Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y procuró dónde llorar: y entró en su cámara, y lloró allí.
El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo a los diecisiete días del mes; aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las ventanas de los cielos fueron abiertas;
Entonces la mujer cuyo era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ruego, señor mío! Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; sino partidlo.
Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos.
Atráeme en pos de ti, correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti; acordarémonos de tus amores más que del vino. Los rectos te aman.
¿Por ventura es Efraín hijo precioso para mí? ¿Por ventura es para mi niño delicioso? Con todo eso desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; apiadado, tendré de él misericordia, dice el SEÑOR.
Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
Pero gracias a Dios que dio la misma solicitud por vosotros en el corazón de Tito.
porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.