Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al medio día; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros?
Cantares 3:3 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? Biblia Nueva Traducción Viviente Los guardias me detuvieron mientras hacían sus rondas, y yo les pregunté: «¿Han visto ustedes al hombre que amo?». Biblia Católica (Latinoamericana) Me encontraron los centinelas,
esos que andan de ronda por la ciudad. La Biblia Textual 3a Edicion Me hallaron los guardas que rondan la ciudad. ¿Habéis visto al que ama mi alma? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tropecé con los guardias, los que rondan la ciudad. ¿Habéis visto al amado de mi alma? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? |
Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al medio día; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros?
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; me golpearon, me hirieron, me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.
Sus atalayas son ciegos; todos ellos son ignorantes; todos ellos son perros mudos, no pueden ladrar; dormidos, echados, aman el dormir.
Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis del SEÑOR, no ceséis,
Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la Casa de Israel. Oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte.
Le dice Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dice: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.
Escuchad a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar la cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.