Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre; El nos capitaneará hasta la muerte.
Cantares 2:16 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mi amado es mío, y yo suya; el apacienta entre lirios. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Mi amado es mío, y yo suya; Él apacienta entre lirios. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi amado es mío, y yo soy suya. Él apacienta entre los lirios. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi amado es para mí,
y yo para mi amado;
lleva a su rebaño a pastar entre los lirios. La Biblia Textual 3a Edicion Ella ¡Mi amado es mío y yo suya! Él pastorea entre los lirios Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi amado es mío y yo soy suya; del pastor de azucenas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta entre lirios. |
Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre; El nos capitaneará hasta la muerte.
Salmo de David, estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío eres tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas.
Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al medio día; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros?
Tus dos pechos, como dos cabritos mellizos de gama, que son apacentados entre los lirios.
Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, para apacentar en los huertos, y para coger los lirios.
Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; el apacienta entre los lirios.
Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas , nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.
Mas éste es el Pacto que haré con la Casa de Israel después de aquellos días, dijo el SEÑOR: Daré mi ley en sus almas, y la escribiré en su corazón; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: El SEÑOR es mi Dios.
Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.