Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos.
Cantares 1:16 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras He aquí que tú eres hermoso, oh amado mío, y suave; nuestro lecho también florido. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; Nuestro lecho es de flores. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Y tú eres tan apuesto, amor mío, tan agradable que no puedo expresarlo! La tierna hierba es nuestra cama; Biblia Católica (Latinoamericana) Amado mío, ¡qué hermoso eres,
qué delicioso!
Nuestro lecho es sólo verdor. La Biblia Textual 3a Edicion Ella He aquí eres hermoso, oh amado mío, También placentero. Nuestro lecho es de flores,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Qué hermoso eres, amado mío, qué dulce delicia! Nuestro lecho es de fronda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; nuestro lecho también florido. |
Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos.
Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
He aquí que tú eres hermosa, oh compañera mía; he aquí que eres hermosa; tus ojos de paloma.
Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los hijos; bajo su sombra deseé sentarme , y su fruto fue dulce en mi paladar.
Mi amado es semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos. Helo aquí, está tras nuestra pared, mirando por las ventanas, mostrándose por las rejas.
He aquí es la cama de Salomón; sesenta fuertes la rodean, de los fuertes de Israel.
Yo duermo, pero mi corazón vela por la voz de mi amado que toca a la puerta : Abreme, hermana mía, compañera mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche.
Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra que corría sobre las aldabas del candado.
Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.