Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con júbilo; y él dará al hombre el pago de su justicia.
Apocalipsis 22:4 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y verán su rostro; y su Nombre estará en sus frentes. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Biblia Nueva Traducción Viviente Verán su rostro y tendrán su nombre escrito en la frente. Biblia Católica (Latinoamericana) Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá noche. La Biblia Textual 3a Edicion y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 verán su rostro y llevarán su nombre en la frente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. |
Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con júbilo; y él dará al hombre el pago de su justicia.
Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza.
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.
Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ¡Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios!
Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos.
Florecerá profusamente, y también alabará y cantará con júbilo; la honra del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del SEÑOR, la hermosura del Dios nuestro.
Y la gloria del SEÑOR se manifestará; y toda carne juntamente la verá; porque la boca del SEÑOR habló.
El que me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Al que me sirviere, mi Padre le honrará.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi claridad que me has dado; por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo.
Ahora vemos como por espejo, en obscuridad; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
Seguid la paz con todos; y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:
Y miré, y he aquí, el Cordero estaba sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el Nombre de su Padre escrito en sus frentes.
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi Nombre nuevo.
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que señalemos a los siervos de nuestro Dios en sus frentes.