Y lloraron y lamentaron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl y por Jonatán su hijo, y por el pueblo del SEÑOR, y por la casa de Israel; porque habían caído a cuchillo.
2 Samuel 3:32 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que enterraron a Abner en Hebrón, y el rey y todo el pueblo lloraron junto a la tumba. Biblia Católica (Latinoamericana) Durante el entierro en Hebrón, el rey habló en alta voz y lloró ante la tumba; todo el pueblo lloró con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y sepultaron a Abner en Hebrón. Y el rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró también todo el pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sepultaron a Abner en Hebrón. El rey rompió a llorar en voz alta junto al sepulcro de Abner y con él todo el pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sepultaron a Abner en Hebrón; y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo. |
Y lloraron y lamentaron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl y por Jonatán su hijo, y por el pueblo del SEÑOR, y por la casa de Israel; porque habían caído a cuchillo.
Entonces el rey se turbó, y se subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!
Entonces David mandó a los jóvenes, y ellos los mataron, y les cortaron las manos y los pies, y los colgaron sobre el estanque, en Hebrón. Luego tomaron la cabeza de Is-boset, y la enterraron en el sepulcro de Abner en Hebrón.
esto también fuera maldad comprobada; porque habría negado al Dios soberano.
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal;
Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
Entonces David y el pueblo que estaba con él, alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.