Entonces Ahimaas hijo de Sadoc dijo: Yo correré ahora, y daré las nuevas al rey de cómo el SEÑOR ha defendido su causa de la mano de sus enemigos.
2 Samuel 22:48 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras El Dios que me ha dado venganzas, y sujeta los pueblos debajo de mí. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; Biblia Nueva Traducción Viviente Él es el Dios que da su merecido a los que me dañan; él derriba a las naciones y las pone bajo mi control, Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Oh Dios, me concedes el desquite,
y colocas los pueblos a mis pies! La Biblia Textual 3a Edicion El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; Biblia Serafín de Ausejo 1975 el Dios que me concede la venganza, y somete los pueblos a mi yugo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Es Dios quien por mí hace venganza, y quien sujeta los pueblos debajo de mí; |
Entonces Ahimaas hijo de Sadoc dijo: Yo correré ahora, y daré las nuevas al rey de cómo el SEÑOR ha defendido su causa de la mano de sus enemigos.
Y luego vino Cusi, y dijo: Reciba nueva mi señor el rey, que hoy el SEÑOR ha defendido tu causa de la mano de todos los que se habían levantado contra ti.
Y trajeron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset hijo de Saúl tu enemigo, que procuraba matarte; y el SEÑOR ha vengado hoy a mi señor el rey, de Saúl y de su simiente.
Salmo de David. El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.
Misericordia mía y mi castillo, altura mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que allana mi pueblo delante de mí.
Porque es necesario que él reine, hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies.
Mía es la venganza y el pago, al tiempo que su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está determinado se apresura.
Juzgue el SEÑOR entre mí y ti, y véngueme de ti el SEÑOR; pero mi mano no será contra ti.
Y acontecerá que cuando el SEÑOR hiciere con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te mandare que seas capitán sobre Israel,
Y luego que David oyó que Nabal era muerto, dijo: Bendito sea el SEÑOR que juzgó la causa de mi afrenta recibida de la mano de Nabal, y detuvo del mal a su siervo; y el SEÑOR ha tornado la malicia de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar a Abigail, para tomarla por su mujer.