2 Reyes 4:7 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Vino ella luego , y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve, y vende este aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quedare. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando ella le contó al hombre de Dios lo que había sucedido, él le dijo: «Ahora vende el aceite de oliva y paga tus deudas; tú y tus hijos pueden vivir de lo que sobre». Biblia Católica (Latinoamericana) Fue a contar todo eso al hombre de Dios, el cual le dijo: 'Anda a vender el aceite y paga así tu deuda; lo que quede te permitirá vivir junto con tus hijos'. La Biblia Textual 3a Edicion Y ella fue y se lo dijo al varón de Dios, y él respondió: Ve, vende el aceite, y paga tu deuda, y vive tú y tus hijos de lo que sobre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Fue ella a contárselo al varón de Dios y éste le dijo: 'Anda, vende el aceite y paga a tu acreedor y de lo que te quede viviréis tú y tus hijos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve, vende el aceite y paga tu deuda; y tú y tus hijos vivid de lo que quede. |
Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerró la puerta sobre él, y salió.
Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón de Dios santo.
Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los siros van allí.
Lámed El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.
No pagando a nadie mal por mal; procurando lo bueno no sólo delante de Dios, mas aun delante de todos los hombres.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto ejercitaos.
y que andéis honestamente para con los extraños, y que nada de ninguno deseéis.