Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, bien que Luz era el nombre de la ciudad primero.
2 Reyes 2:2 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque el SEÑOR me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues , a Bet-el. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el. Biblia Nueva Traducción Viviente Y Elías le dijo a Eliseo: —Quédate aquí, porque el Señor me dijo que fuera a Betel. Eliseo respondió: —Tan cierto como que el Señor vive y que tú vives, ¡nunca te dejaré! Así que descendieron juntos a Betel. Biblia Católica (Latinoamericana) dijo a éste: 'Quédate aquí por favor. Yavé me manda a Betel'. Pero Eliseo respondió: 'Tan cierto como que Yavé vive y que yo vivo, que no te dejaré'. Y bajaron juntos a Betel. La Biblia Textual 3a Edicion Y Elías dijo a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque YHVH me ha enviado hasta Bet- ’El. Pero Eliseo respondió: ¡Vive YHVH y vive tu alma que no te dejaré! Entonces bajaron a Bet-’El. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dijo Elías a Eliseo: 'Quédate aquí, porque Yahveh me envía hacia Betel'. Pero Eliseo respondió: '¡Por vida de Yahveh y por tu vida, que no te abandonaré!'. Bajaron, pues, a Betel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Betel. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Betel. |
Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, bien que Luz era el nombre de la ciudad primero.
Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo : Harto habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto.
Sacrificó pues sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince del mes octavo, el mes que él había inventado de su corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.
Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron los muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube!
Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque el SEÑOR me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues , a Jericó.
Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré. Y así fueron ellos ambos.
Entonces dijo la madre del niño: Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré.
Y jurarás, diciendo , Vive el SEÑOR, con verdad, con juicio, y con justicia; y se bendecirán en él los gentiles, y en él se gloriarán.
Ellos salieron de nosotros, mas no eran de nosotros, porque si fueran de nosotros, hubieran sin duda permanecido con nosotros; pero esto es para que se manifestara que todos no son de nosotros.
Y ella dijo: ¡Ruego señor mío! Como vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR.
Mas cuando Saúl vio a David que salía a encontrarse con el filisteo, dijo a Abner general del ejército: Abner, ¿de quién es hijo aquel joven? Y Abner respondió:
Ahora pues, señor mío, vive el SEÑOR y vive tu alma, que el SEÑOR te ha vedado que vinieses a derramar sangre, y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.