Yo lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.
2 Corintios 12:4 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que el hombre no puede decir. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. Biblia Nueva Traducción Viviente que fui llevado al paraíso y oí cosas tan increíbles que no pueden expresarse con palabras, cosas que a ningún humano se le permite contar. Biblia Católica (Latinoamericana) fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras no habladas y que nadie sabría expresar. La Biblia Textual 3a Edicion que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que no es dado al hombre expresar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que a un hombre no le es lícito proferir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables, que al hombre no le es lícito expresar. |
Yo lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.
Y aquella semejanza extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el aquilón, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que hacía celar.
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no le vio más el eunuco, y se fue por su camino gozoso.
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, soy como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Conozco un hombre en el Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, y juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Y ella dio a luz un hijo varón, el cual había de regir todos los gentiles con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: Al que venciere, daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del Paraíso de Dios.