Y le causaron amargura, y asaetearon, y le aborrecieron los señores de saetas;
1 Samuel 31:3 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y se agravó la batalla sobre Saúl, y le alcanzaron los flecheros; y tuvo gran temor de los flecheros. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente La batalla se intensificó cerca de Saúl, y los arqueros filisteos lo alcanzaron y lo hirieron gravemente. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego dirigieron el ataque contra Saúl; los arqueros lo descubrieron y lo hirieron muy gravemente. La Biblia Textual 3a Edicion Y arreció la batalla contra Saúl, y lo alcanzaron los hombres que tiran con el arco, y fue herido gravemente por los arqueros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El peso de la batalla cargó sobre Saúl. Y al dar con él los arqueros, fue herido gravemente por ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y arreció la batalla contra Saúl, y los arqueros lo alcanzaron; y fue gravemente herido por los arqueros. |
Y le causaron amargura, y asaetearon, y le aborrecieron los señores de saetas;
Y David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y son muertos; también Saúl y Jonatán su hijo murieron.
Y el joven que le daba las nuevas respondió: Casualmente vine al monte de Gilboa, y hallé a Saúl que estaba recostado sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de a caballo.
Entonces David fue, y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, de los varones de Jabes de Galaad, que los habían hurtado de la plaza de Bet-sán, donde los habían colgado los filisteos, cuando deshicieron los filisteos a Saúl en Gilboa;
Mas un varón disparando su arco en su perfección, hirió al rey de Israel por entre las junturas y las corazas; por lo que dijo él a su carretero: Da la vuelta, y sácame del campo, que estoy herido.
y la huida perecerá del ligero, y el fuerte no esforzará su fuerza, ni el valiente librará su alma;