Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme al dote de las vírgenes.
1 Samuel 28:3 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Ya Samuel era muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, en su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra los encantadores y adivinos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos. Biblia Nueva Traducción Viviente Durante ese tiempo, Samuel había muerto y todo Israel había hecho duelo por él. Fue enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl había expulsado del territorio de Israel a todos los médiums y a todos los que consultaban los espíritus de los muertos. Biblia Católica (Latinoamericana) Samuel había muerto, todo Israel lo había llorado y lo habían enterrado en su ciudad, Ramá. La Biblia Textual 3a Edicion (Samuel había muerto, y todos los de Israel habían estado en duelo por él, y lo habían sepultado en Ramá, su ciudad; y Saúl había expulsado de aquella tierra a los encantadores y adivinos.) Biblia Serafín de Ausejo 1975 Samuel había muerto, y todo Israel había hecho duelo por él. Fue sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl, por su parte, había extirpado del país a los nigromantes y adivinos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y lo habían sepultado en Ramá, en su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra a los encantadores y adivinos. |
Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme al dote de las vírgenes.
No os volváis a los encantadores y a los adivinos; no los consultéis ensuciándoos con ellos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Y el hombre o la mujer en quienes hubiere espíritu pitónico o de adivinación, morirán; los apedrearán con piedras; su sangre será sobre ellos.
Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.
Porque la rebelión es pecado de hechicería, e ídolo e idolatría el quebrantar la palabra de Dios . Y por cuanto tú desechaste la palabra del SEÑOR, él también te ha desechado para que no seas rey.
Y murió Samuel, y se juntó todo Israel, y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Y se levantó David, y se fue al desierto de Parán.
Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha talado de la tierra las pitonisas y los adivinos; ¿por qué pues pones tropiezo a mi vida, para hacerme matar?
Volvía después a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí también juzgaba a Israel; y edificó allí un altar al SEÑOR.