De David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue. Alef Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.
1 Samuel 21:11 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿No es éste a quien cantaban en los corros, diciendo: Hirió Saúl sus miles, y David sus diez miles? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es este David, el rey de la tierra? ¿no es este de quien cantaban en las danzas, diciendo: Hirió Saúl a sus miles, Y David a sus diez miles? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero a los oficiales de Aquis no les agradaba que David estuviera allí. «¿No es este David, el rey de la tierra? —preguntaron—. ¿No es este a quien el pueblo honra con danzas, y canta: “Saúl mató a sus miles, y David, a sus diez miles”?». Biblia Católica (Latinoamericana) Ese día David huyó lejos de Saúl y llegó donde Aquis, rey de Gat. La Biblia Textual 3a Edicion Y los siervos de Aquís le dijeron: ¿No es éste David, el rey de esta tierra? ¿No es éste de quien cantaban en las danzas, diciendo: Hirió Saúl a sus miles, Y David a sus diez miles? Biblia Serafín de Ausejo 1975 David salió y ese mismo día huyó lejos de Saúl y llegó a donde Aquís, rey de Gat. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los siervos de Aquís le dijeron: ¿No es este David, el rey de la tierra? ¿No es este de quien cantaban con danzas, diciendo: Saúl mató a sus miles, y David a sus diez miles? |
De David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue. Alef Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.
Y dijo el SEÑOR a Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén; porque de sus hijos me he provisto de rey.
Huyó, pues, David, y se escapó, y vino a Samuel en Ramá, y le dijo todo lo que Saúl había hecho con él. Y se fueron él y Samuel, y moraron en Naiot.
Y dijo David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl se deje de mí, y no me ande buscando más por todos los términos de Israel, y así me escaparé de sus manos.
Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que estaban con él se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat.
¿No es éste David de quien cantaban en los corros, diciendo: Saúl hirió sus miles, y David sus diez miles?