entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios.
1 Corintios 6:7 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no soportáis antes la injuria? ¿Por qué no soportáis antes la calumnia? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Biblia Nueva Traducción Viviente El hecho de que tengan semejantes demandas legales unos contra otros es en sí una derrota para ustedes. ¿Por qué mejor no aceptar la injusticia y dejar el asunto como está? ¿Por qué no se dejan estafar? Biblia Católica (Latinoamericana) De todos modos ya es una desgracia que haya entre ustedes pleitos, pero, ¿por qué no mejor soportar la injusticia? ¿Por qué no aceptar perder algo? La Biblia Textual 3a Edicion Ya, por cierto, es un fracaso que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien ser defraudados? Biblia Serafín de Ausejo 1975 De entrada, ya es un menoscabo para vosotros que tengáis pleitos en vuestra comunidad. ¿No sería mejor sufrir la injusticia? ¿No sería mejor que os dejarais despojar? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? |
entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios.
Se apartó su corazón. Ahora serán convencidos; él quebrantará sus altares, asolará sus estatuas.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas.
Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.
no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo, sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia.