Online nga Bibliya

Mga paanunsiyo


Ang tibuok bibliya Daang Tugon Bag-ong Tugon




1 Corintios 3:16 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

¿O no sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Tan-awa ang kapitulo
Ipakita Interlinear Bible

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

¿No se dan cuenta de que todos ustedes juntos son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?

Tan-awa ang kapitulo

La Biblia Textual 3a Edicion

¿No sabéis que sois santuario de Dios, y el Espíritu de Dios mora en vosotros?°

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Tan-awa ang kapitulo
Ubang mga hubad



1 Corintios 3:16
24 Cross References  

Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos, y los pongáis por obra.


Al Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis; porque permanece con vosotros, y será en vosotros.


¿O no sabéis que a quien os presentáis a vosotros mismos como siervos para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?


¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en el Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte?


Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Jesús el Cristo de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.


Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Cristo, el tal no es de él.


Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.


Porque nosotros , colaboradores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois.


No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poquito de levadura leuda toda la masa?


¿O no sabéis que el que se junta con la ramera, es hecho con ella un cuerpo? Porque serán, dice, los dos (en) una carne.


¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, (el cual está) en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?


¿O no sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,


¿No sabéis que los que obran en lo sagrado, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan?


¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis.


¿Y qué consentimiento el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios Viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.


y si no fuere tan presto, para que sepas cómo convenga conversar en la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y base de La verdad.


Guarda el buen depósito consignado a ti por el Espíritu Santo que habita en nosotros.


mas Cristo, como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si hasta el fin retuviéremos firme la confianza y la esperanza gloriosa.


Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.


vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús, el Cristo.


Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su caridad es completada en nosotros;