Yo le seré a el padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;
1 Corintios 11:32 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, cuando el Señor nos juzga, nos está disciplinando para que no seamos condenados junto con el mundo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero si el Señor nos juzga, nos corrige, para que no seamos condenados con este mundo. La Biblia Textual 3a Edicion pero siendo juzgados, somos disciplinados° por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el Señor nos castiga, nos corrige, para que no seamos condenados con el mundo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. |
Yo le seré a el padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;
¿Para qué os castigaré aún? Todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
Les dirás por tanto: Esta es la gente que no escuchó la voz del SEÑOR su Dios, ni tomó castigo; se perdió la fe, y de la boca de ellos fue cortada.
No escuchó la voz, ni recibió la disciplina; no se confió en el SEÑOR, no se acercó a su Dios.
Pero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios;
Ni tampoco de la manera que por un pecado, así también el don; porque el juicio a la verdad vino de un pecado para condenación, mas la gracia vino de muchos delitos para justificación.
¿Qué es del sabio? ¿Qué del escriba? ¿Qué del filósofo de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría de este mundo?
Porque en la sabiduría de Dios, por no haber el mundo conocido a Dios por sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen.
Pero si nos examinásemos a nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados.
Así que, hermanos míos, cuando os juntéis a comer, esperaos unos a otros.
Y sepas en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así el SEÑOR tu Dios te castiga.
de los cuales fueron Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.
Yo reprendo y castigo a todos los que amo: sé pues celoso, y enmiéndate.