Habacuc 3:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹⁰ Cuando las montañas te vieron, temblaron de miedo, las nubes dejaron caer su lluvia y el mar rugió con furia; ¡sus grandes olas se elevaron al cielo!

আরো সংস্করণ

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Te vieron y tuvieron temor los montes; Pasó la inundación de las aguas; El abismo dio su voz, A lo alto alzó sus manos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Las montañas observaron y temblaron. Avanzaron las tempestuosas aguas. Las profundidades del mar rugieron levantando sus manos en sumisión.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ las montañas te ven y se estremecen; caen lluvias de diluvio mientras truena la voz del abismo.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Te ven las montañas, y tiemblan; El turbión de aguas se desencadena, El abismo deja oír su voz, y eleva en alto sus manos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ tiemblan los montes al verte, pasa una tromba de agua alza su voz el abismo, el sol levanta sus manos a lo alto

Habacuc 3:10 ক্রস রেফারেন্স

Hebreos 11:29

Los israelitas confiaron en Dios, y por eso cruzaron el Mar de los Juncos como si caminaran sobre tierra seca. Pero cuando los egipcios quisieron pasar, todos ellos se ahogaron.

Salmos 93:3

Dios mío, se revuelven los ríos, se levantan las olas, ¡se agitan los mares!

Mateo 27:51

En aquel momento, la cortina del templo se partió en dos, de arriba abajo, la tierra tembló y las rocas se partieron;

Jeremías 4:24

Las montañas tiemblan, las colinas se estremecen.

Isaías 43:20

Los chacales y los avestruces, y todos los animales salvajes entonarán cantos en mi honor. Haré brotar agua en el desierto y le daré de beber a mi pueblo elegido.

Josué 4:18

y cuando los sacerdotes llegaron a la orilla, el río volvió a correr hasta desbordarse como antes.

Apocalipsis 20:11

Entonces vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. Y en su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, y nadie volvió a verlos.

Apocalipsis 16:12

El sexto ángel vació su copa sobre el gran río Éufrates, y el agua del río se secó para que los reyes del Oriente pudieran pasar.

Apocalipsis 6:14

Además, el cielo fue desapareciendo, como cuando se enrolla una hoja de pergamino, y todas las montañas y las islas fueron llevadas a otro lugar.

Habacuc 3:6

Cuando tú te detienes, la tierra se pone a temblar; cuando miras a las naciones, todas ellas se llenan de miedo; los cerros se desmoronan, las antiguas montañas se derrumban; ¡hasta he visto temblar de miedo a la gente de Cusán y de Madián, porque tú has vuelto a actuar!

Nahúm 1:5

En presencia de nuestro Dios tiemblan la tierra y sus habitantes, y los cerros y las montañas se sacuden.

Miqueas 1:4

»Cuando ponga mis pies sobre las montañas, ellas se derretirán como la cera en el fuego, y los valles se partirán en dos, como se parten las montañas cuando los ríos bajan por ellas.

Isaías 55:12

»Ustedes, los israelitas, saldrán de Babilonia con alegría y volverán con bien a su propio país. Cuando los montes y los cerros los vean, cantarán canciones muy alegres, y los árboles del campo aplaudirán.

Salmos 66:6

Convirtió el mar en tierra seca, y nosotros, que somos su pueblo, lo cruzamos a pie. ¡Allí hicimos fiesta por todo lo que él hizo!

Salmos 65:13

13 (14) las praderas se llenan de ovejas, y los valles se cubren de trigales. ¡Todo el mundo canta y lanza gritos de alegría!

Salmos 18:15

15 (16) Dios mío, tú reprendiste al mar, y por causa de tu enojo el fondo del mar quedó a la vista. En tu enojo resoplaste, y los cimientos de la tierra quedaron al descubierto.

Nehemías 9:11

»Ante nuestros antepasados dividiste el mar en dos, para que cruzaran por tierra seca. Pero a los egipcios los hundiste en el agua; ¡los hiciste caer como piedras hasta el fondo del mar!

Mateo 8:24

Todavía estaban navegando cuando se desató una tormenta tan fuerte que las olas se metían en la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.

Salmos 104:32

Cuando miras la tierra, ella se pone a temblar; cuando tocas los cerros, ellos echan humo.

Salmos 148:7

¡Que lo alabe la tierra! ¡Que lo alaben los monstruos marinos! ¡Que lo alabe el mar profundo!