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Rut 4:6 - Versión Biblia Libre

6 “Pues entonces no puedo hacerlo”, respondió el redentor de la familia. “Si la redimiera, eso podría poner en peligro lo que ya poseo. Redímela tú, porque yo no puedo”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 —Entonces no puedo redimir la tierra —respondió el pariente redentor— porque esto pondría en peligro mi propia herencia. Redime tú la tierra; yo no lo puedo hacer.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 El otro, entonces, respondió: 'Si es así la cosa, no podré hacerlo por temor a perjudicar a mis herederos. Te cedo el derecho, cumple tú con la obligación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y el pariente más cercano respondió: Entonces no podré redimirla para mí, pues destruiría mi heredad. Redime tú usando mi derecho,° porque yo no podré redimir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pero entonces replicó el que tenía derecho de rescate: 'Así no puedo ejercer en favor mío el derecho de rescate, no sea que perjudique a mi herencia. Usa tú en favor tuyo mí derecho de rescate, porque yo no puedo rescatar'.

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Rut 4:6
8 Referencias Cruzadas  

Judá le dijo a Onán, “Ve y acuéstate con la mujer de tu hermano para cumplir los requisitos de un cuñado para tener hijos en nombre de tu hermano”.


Si uno de los tuyos se vuelve pobre y te vende parte de su tierra, su familia cercana puede venir y comprar de nuevo lo que ha vendido.


Sin embargo, si el hombre se niega a casarse con la viuda de su hermano, ella irá a los ancianos a la puerta del pueblo y les dirá: “El hermano de mi marido se niega a mantener vivo el nombre de su hermano en Israel. No quiere cumplir los requisitos de un cuñado para mí”.


Los ancianos del pueblo deben llamarlo y hablar con él. Si continúa negándose y dice: “No quiero casarme con ella”,


la viuda de su hermano debe confrontarlo en presencia de los ancianos, sacarle la sandalia, escupirle en la cara y anunciar, “Esto es lo que le pasa al hombre que se niega a mantener vivo el nombre de la familia de su hermano”.


“¡Que el Señor lo bendiga!” exclamó Noemí a su nuera. “Sigue mostrando su bondad con los vivos y con los muertos. Ese hombre es un pariente cercano a nosotros, es un ‘redentor de la familia’”.


Quédate aquí esta noche, y por la mañana si él quiere redimirte, pues bien, que lo haga. Pero si no lo hace, te prometo, en nombre del Señor vivo, que te redimiré. Acuéstate aquí hasta la mañana”.


“¿Quién eres?” , preguntó. “Soy Rut, tu sierva”, respondió ella. “Por favor, extiende la esquina de tu manto sobre mí, porque eres el redentor de mi familia”.


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