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Oseas 4:9 - Versión Biblia Libre

9 Por lo tanto, al pueblo le ocurrirá lo mismo que a los sacerdotes: Los castigaré por lo que han hecho, y les pagaré por sus acciones.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 “Y lo que hacen los sacerdotes, el pueblo también lo hace”. Así que ahora castigaré tanto a los sacerdotes como al pueblo por sus perversas acciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Trataré al sacerdote como al pueblo y le pediré cuentas por su conducta; a cada cual retribuiré según sus obras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Pero la suerte del sacerdote será como la del pueblo, Visitaré° sobre él sus caminos, y le daré el pago de sus malos hechos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Será del sacerdote lo mismo que del pueblo: lo castigaré por su conducta y le pagaré según sus obras.

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Oseas 4:9
23 Referencias Cruzadas  

Si los justos reciben recompensa aquí en la tierra, ¡cuanto más los malvados!


Tus palabras te traerán recompensa, y tu trabajo regresará a bendecirte.


Los malvados quedarán atrapados por causa de sus malas acciones. Las cuerdas de sus pecados los atarán.


Sucederá lo mismo con todos, ya sean personas o sacerdotes, siervos o sus amos, criadas o sus amantes, compradores o vendedores, prestamistas o prestados, acreedores o deudores.


Dile a los que viven bien que estarán bien, porque estarán contentos de recibir la recompensa por lo que han hecho.


Los profetas dan falsas profecías; los sacerdotes gobiernan a su antojo. Mi pueblo lo quiere así, pero ¿qué hará cuando todo se derrumbe?


“Los levitas que me abandonaron cuando Israel dejó de adorarme y se fue a seguir a sus ídolos, sufrirán las consecuencias de sus pecados.


“Pero como sirvieron al pueblo frente a sus ídolos y animaron al pueblo de Israel a pecar, levanté mi mano para prometerles bajo juramento que experimentarían las consecuencias de su pecado, declara el Señor Dios.


Entonces el Señor le dijo a Oseas: “Ponle por nombre Jezreel, porque yo castigaré la casa de Jehú por la sangre que derramó sobre Jezreel; y yo pondré fin al reino de Israel.


Cuando yo lo elija, castigaré a los malvados. Las naciones se reunirán contra ellos cuando sean castigados por su doble crimen.


El Señor tiene además una acusación en contra de Judá, y castigará a Jacob por las acciones del pueblo. Les pagará conforme a lo que han hecho.


Incluso desde el vientre Jacob luchó con su hermano; y cuando se hizo hombre luchó con Dios.


Pero no se dan cuenta de que yo me acuerdo de toda su maldad. Sus pecados los rodean y siempre están delante de mi.


Vienen a presentarme sus sacrificios y se comen la carne, pero yo, el Señor, no los acepto. Ahora él recordará su maldad y los castigará por sus pecados. Ellos volverán a Egipto.


Toda su maldad comenzó en Guilgal, y desde entonces comencé a aborrecerlos. Los expulsaré de mi casa por su maldad. No los amaré más, porque todos sus líderes son rebeldes.


porque se han corrompido hasta el límite, como en los tiempos de Guibeá. Él se acordará de su pecado, y castigará su maldad.


Todas mis instrucciones y advertencias, que comuniqué a través de mis siervos los profetas, ¿acaso no se cumplieron en sus padres antepasados? Por eso se arrepintieron y dijeron: “Lo que el Señor Todopoderoso quería hacer con nosotros era lo que merecíamos por nuestros caminos y maldad. Por eso hizo lo que prometió”.


“Olvídense de ellos—ellos son guías ciegos. Si un hombre ciego guía a otro hombre ciego, los dos caerán en una zanja”.


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