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Números 24:8 - Versión Biblia Libre

8 Dios los sacó de Egipto con gran poder, tan fuerte como un buey, destruyendo a las naciones enemigas, rompiéndoles los huesos, atravesándolos con flechas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Dios lo sacó de Egipto; Tiene fuerzas como de búfalo. Devorará a las naciones enemigas, Desmenuzará sus huesos, Y las traspasará con sus saetas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Dios los sacó de Egipto; para ellos, él es tan fuerte como un buey salvaje. Él devora a las naciones que se le oponen, quiebra sus huesos en pedazos y las atraviesa con flechas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 ¡Dios lo hace salir de Egipto, y le da cuernos de búfalo! Devora a las naciones enemigas, les quiebra los huesos, las atraviesa con sus flechas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Dios lo ha sacado de Egipto, Es para él como los cuernos del búfalo, Devora a las naciones enemigas suyas, Quebranta sus huesos, Y con sus flechas los atraviesa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Es Dios quien lo sacó de Egipto, es para él como cuernos de búfalo; Israel devora a los pueblos que le atacan, él les quebranta los huesos y los hiere con sus flechas.

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Números 24:8
18 Referencias Cruzadas  

Tus flechas perforan los corazones de tus enemigos; las naciones caen a tus pies.


Los israelitas son un rebaño perseguido y dispersado por los leones. El primero en atacar fue el rey de Asiria; después, Nabucodonosor, rey de Babilonia, les aplastó los huesos.


Los quebrantarás con vara de hierro, y como vasija de barro los desmenuzarás’”.


¡Miren! Los israelitas salen a cazar como una leona; persiguen como un león. No descansan hasta que comen su presa, y beben la sangre de su víctima muerta”.


Dios los sacó de Egipto con gran poder, tan fuerte como un buey.


No se rebelen ni luchen contra el Señor. No hay que tener miedo de la gente que vive en el campo, ¡podemos cogerlos fácilmente! Están indefensos y el Señor está con nosotros. ¡No les tengan miedo!”


¡Mira! Estoy reuniendo una coalición de fuertes naciones del norte que vendrán a atacar a Babilonia. Se alinearán en la batalla contra ella; será conquistada desde el norte. Sus flechas serán como las de los mejores guerreros: ¡no fallan!


Me acuesto pacientemente hasta la mañana, pero siento como si un león rompiera cada hueso de mi cuerpo. Día y noche me llevas a mi fin.


Entonces el rey ordenó que trajeran a los hombres que habían acusado a Daniel y los arrojaron al foso de los leones junto con sus esposas e hijos. Antes de que llegaran al suelo del foso, los leones los atacaron y los despedazaron.


Se volverán y huirán de ti cuando vean tus flechas de fuego sobre ellos.


Mis flechas se emborracharán de sangre, como mi espada come carne; la sangre de los muertos y capturados, las cabezas de los líderes del enemigo.


Amontonaré desastres sobre ellos; usaré mis flechas para dispararles.


El Señor tu Dios te va a conducir a la tierra que estás tomando para poseerla, y expulsará delante de ti a muchas otras naciones: los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos, siete naciones que son más grandes y fuertes que tú.


y se quejó contra Dios y contra Moisés, diciendo: “¿Por qué nos sacaste de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y odiamos esta horrible comida!”


Permanecieron allí hasta que Herodes murió. Esto cumplió lo que el Señor dijo a través del profeta: “De Egipto llamé a mi hijo”.


Hemos oído cómo el Señor secó las aguas del Mar Rojo delante ustedes cuando salieron de Egipto, y lo que le hicieron a los dos reyes de los amorreos al Este del Jordán, Sijón y Og, a quienes destruyeron por completo.


“Sin embargo, si le escuchas atentamente y haces todo lo que te digo, entonces seré enemigo de tus enemigos y lucharé contra los que luchan contra ti.


Tu trono viene de Dios, y permanecerá para siempre. El cetro con el que gobiernas es un cero de justicia.


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