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Mateo 7:6 - Versión Biblia Libre

6 “No den a los perros lo que es santo. No tiren sus perlas a los cerdos. Así los cerdos no las pisotearán, y los perros no vendrán a atacarlos a ustedes.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 »No desperdicien lo que es santo en gente que no es santa. ¡No arrojen sus perlas a los cerdos! Pisotearán las perlas y luego se darán vuelta y los atacarán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 No den lo que es santo a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues podrían pisotearlas y después se volverían contra ustedes para destrozarlos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas a los cerdos,° no sea que las pisoteen con sus patas y se vuelvan y os despedacen.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus patas y luego se revuelvan y os despedacen a mordiscos.

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Mateo 7:6
18 Referencias Cruzadas  

Una mujer hermosa con carencia de buen juicio es como una argolla de oro en el hocico de un cerdo.


No hables con los tontos porque ellos se burlarán de tus palabras sabias.


Los tontos repiten su estupidez, así como un perro vuelve a comer su vomito.


No respondas al tonto según su estupidez, o terminarás igual que ellos.


“No es correcto tomar el alimento de los hijos para dárselo a los perros”, le dijo Jesús.


En ese tiempo muchos que eran creyentes dejarán de creer. Se entregarán unos a otros con traición y se odiarán unos a otros.


¡Estás siendo un hipócrita! Primero saca la viga que tienes en tu propio ojo. Entonces podrás ver con claridad y sacar la astilla del ojo de tu hermano.


Durante muchas ocasiones he afrontado los peligros de cruzar ríos, encontrarme con pandillas de atracadores, ataques de mis propios conciudadanos, así como de extranjeros. He enfrentado peligros en las ciudades, en los desiertos, y en el mar. He enfrentado el peligro de parte de personas que fingen ser cristianos.


¡Cuidado con esos perros! ¡Cuidado con esos que hacen el mal! ¡Cuidado con esos mutiladores!


¿Cuánto más merecedores de castigo creen que serán quienes hayan pisoteado al Hijo de Dios, siendo que han menospreciado la sangre que selló el pacto que nos santificaba, considerándolo como ordinario y trivial, y que han abusado del Espíritu de gracia?


y luego abandonaron por completo a Dios, vuelvan al arrepentimiento una vez más. Ellos mismos han crucificado al Hijo de Dios una y otra vez, y lo han humillado públicamente.


Este proverbio aplica justamente a ellos: “El perro ha vuelto a su propio vómito, y el cerdo recién bañado ha vuelto a arrastrarse en el barro”.


“Los que están fuera de la ciudad son perros, así como los que practican brujería, inmoralidad sexual, asesinato, idolatría, y los que inventan y aman la mentira.


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