Lucas 9:51 - Versión Biblia Libre

⁵¹ Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús decidió con determinación ir a Jerusalén.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁵¹ Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵¹ Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús salió con determinación hacia Jerusalén.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵¹ Como ya se acercaba el tiempo en que sería llevado al cielo, Jesús emprendió resueltamente el camino a Jerusalén.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵¹ Aconteció que al cumplirse° los días de su ascensión,° Él decidió resueltamente° ir a Jerusalem.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵¹ Y sucedió que, al cumplirse el tiempo de su elevación, tomó la decisión irrevocable de ir a Jerusalén

Lucas 9:51 Referencias Cruzadas

2 Reyes 2:11

Mientras caminaban hablando, un carro de fuego y caballos de fuego se interpuso entre ellos, y Elías fue llevado en el torbellino al cielo.

Marcos 16:19

Entonces, el Señor Jesús, cuando terminó de hablarles, fue llevado hacia el cielo, donde se sentó a la diestra de Dios.

Lucas 12:50

¡Pero tengo un bautismo por el cual pasar, y estoy en agonía, deseando que ya termine!

Lucas 13:22

Y Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, enseñando mientras iba de camino hacia Jerusalén.

Lucas 17:11

Mientras continuaba de camino hacia Jerusalén, Jesús pasó por la frontera entre Samaria y Galilea.

Lucas 18:31

Jesús llevó consigo a los doce discípulos aparte, y les dijo: “Vamos hacia Jerusalén, y todo lo que los profetas escribieron sobre el Hijo del hombre, se cumplirá.

Lucas 19:11

Mientras aún estaban atentos a esto, Jesús les contó un relato, porque ya estaban cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios iba a ser una realidad inmediata.

Lucas 19:28

Después que terminó de contarles este relato, Jesús partió hacia Jerusalén, caminando adelante.

Lucas 24:51

Mientras los bendecía, los dejó, y fue llevado al cielo.

Lucas 9:57

Mientras caminaban, un hombre le dijo a Jesús: “¡Te seguiré a dondequiera que vayas!”

Juan 13:1

Era el día antes de la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que había llegado la hora de abandonar este mundo y volver a su Padre. Había amado a quienes estaban en el mundo y que eran suyos, y ahora les había demostrado por completo su amor hacia ellos.

Juan 16:28

Yo dejé al Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y regreso a mi Padre”.

Juan 16:5

Pero ahora voy al que me envió, aunque ninguno de ustedes me está preguntando a dónde voy.

Juan 17:11

“Dejo el mundo, pero ellos seguirán en el mundo mientras yo regreso a ti. Padre Santo, protégelos en tu nombre, el nombre que me diste a mí, para que ellos sean uno, así como nosotros somos uno.

Juan 6:62

¿Qué tal si tuvieran que ver al Hijo del hombre ascender a donde estaba antes?

Hechos 1:2

hasta el día en que fue llevado al cielo. Eso sucedió después de haberles dado instrucciones a sus apóstoles escogidos a través del Espíritu Santo.

Hechos 1:9

Y después que les dijo esto, fue alzado mientras ellos lo veían y una nube lo ocultó de la vista de ellos.

Efesios 1:20

que fue demostrado al levantar a Cristo de los muertos. Dios sentó a Cristo a su diestra en el cielo,

Filipenses 3:14

Corro hacia la meta para ganar el premio de la invitación de Dios al cielo por medio de Cristo Jesús.

1 Timoteo 3:16

No hay duda alguna sobre ello: la verdad revelada sobre Dios es asombrosa. Él se nos fue dado a conocer en forma humana, fue vindicado por el Espíritu, visto por ángeles, declarado a las naciones, creído por el mundo, y recibido en gloria.

Hebreos 12:2

Debemos seguir con la mirada puesta en Jesús, el autor y perfeccionador de nuestra fe en Dios. Pues por el gozo que tenía delante, Jesús soportó la cruz, sin importarle su vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Hebreos 6:20

Allí entró Jesús en nuestro favor, porque tenía que convertirse en un sumo sacerdote conforme al orden de Melquisedec.

1 Pedro 3:22

Después de haber ascendido al cielo, él está en pie a la diestra de Dios, con ángeles, autoridades, y poderes puestos bajo su control.