Lucas 8:23 - Versión Biblia Libre

²³ Mientras navegaban, Jesús se durmió, y llegó una tormenta sobre el lago. El bote comenzó a inundarse y corrían peligro de hundirse.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²³ Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²³ Mientras navegaban, Jesús se recostó para dormir una siesta. Pronto se desató una tormenta feroz sobre el lago. La barca se llenaba de agua y estaban realmente en peligro.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²³ Mientras navegaban, Jesús se durmió. De repente se desencadenó una tempestad sobre el lago y la barca se fue llenando de agua a tal punto que peligraban.

La Biblia Textual 3a Edicion

²³ Pero mientras estaban navegando, se durmió; y una tempestad de viento cayó sobre el lago, y estaban anegándose y peligraban.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²³ Mientras navegaban, él se durmió. De pronto se desencadenó sobre el lago una fuerte borrasca, la barca se les anegaba y se encontrabane en grave peligro.

Lucas 8:23 Referencias Cruzadas

Salmos 148:8

Que le alaben los relámpagos, el granizo, la nieve, las nubes, y los vientos tormentosos, así como todos los que obedecen su voz de mando.

Salmos 44:23

¡Despiértate Señor! ¿Por qué estás durmiendo? ¡Levántate! ¡No nos des la espalda por siempre!

Isaías 54:11

¡Mi pobre ciudad dañada por la tormenta que no puede ser consolada! Mira, voy a reponer tus piedras con cemento de antimonio, Utilizaré zafiros para poner tus cimientos.

Lucas 5:1

Un día, mientras Jesús estaba junto al Mar de Galilea, muchas personas se amontonaron para escuchar la palabra de Dios.

Lucas 8:22

Un día Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos al otro lado del lago”. Así que se subieron a un bote y partieron.

Hechos 27:2

Nos embarcamos en un barco que estaba registrado en Adramitio y que se dirigía hacia los puertos costeros de la provincia de Asia, y comenzamos a navegar. Aristarco, un hombre de Tesalónica, Macedonia, iba con nosotros.

1 Corintios 15:30

En cuanto a nosotros, ¿por qué nos exponemos al peligro en todo momento?

Hebreos 4:15

Pues el sumo sacerdote que tenemos no es uno que no pueda entender nuestras debilidades, sino uno que fue tentado de la misma forma que nosotros, pero no pecó.