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Jueces 16:9 - Versión Biblia Libre

9 Después de hacer que los hombres se escondieran en su habitación, listos para atacarlo, ella gritó: “¡Sansón, los filisteos han venido a por ti!” Pero él rompió las cuerdas del arco como se rompe un hilo cuando lo toca una llama. Así que nadie supo de dónde provenía su fuerza.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y ella tenía hombres en acecho en el aposento. Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos contra ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando toca el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Dalila había escondido a algunos hombres en una de las habitaciones internas de su casa, y gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos han venido a capturarte!»; pero Sansón rompió las cuerdas de arco como se rompe una cuerda cuando la quema el fuego. Así que no descubrieron el secreto de su fuerza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 había escondido a unos hombres en su pieza. Le gritó: '¡Sansón, los filisteos te atacan!' Rompió de un golpe las cuerdas como se rompe la mecha de estopa cuando se la quema: no descubrieron el secreto de su fuerza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y ella tenía hombres al acecho en un aposento interior. Le dijo entonces: ¡Sansón, los filisteos te acometen! Pero él rompió los tendones como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Y no se descubrió lo de su fuerza.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Había en la alcoba hombres apostados en acecho; y ella gritó: '¡Sobre ti los filisteos, Sansón!'. Él rompió las cuerdas como si fueran hilos de estopa consumidos por el fuego. Así que no dio a conocer el secreto de su fuerza.

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Jueces 16:9
5 Referencias Cruzadas  

Antes de que la olla de espinos ardientes se caliente, sea que estén frescos o secos, Dios los esparcirá.


Cuando Sansón se acercó a Lejí, los filisteos corrieron hacia él, gritándole. Pero el Espíritu del Señor lo invadió, y las cuerdas que le ataban los brazos se debilitaron como el lino quemado, y sus manos se soltaron.


Más tarde, Dalila le dijo a Sansón: “¡Me has hecho quedar como una estúpida, diciéndome estas mentiras! Así que ahora, por favor, dime qué se puede usar para atarte”.


“Si me atan con siete cuerdas flexibles que no se hayan secado, me volveré igual de débil”, le dijo Sansón.


Los jefes filisteos le trajeron siete cuerdas de arco flexibles que no se habían secado, y ella lo ató con ellas.


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