Juan 9:2 - Versión Biblia Libre

² Sus discípulos le preguntaron: “Maestro, ¿porqué nació ciego este hombre? ¿Fue él quien pecó, o fueron sus padres?”

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

² Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego?

Biblia Nueva Traducción Viviente

² —Rabí, ¿por qué nació ciego este hombre? —le preguntaron sus discípulos—. ¿Fue por sus propios pecados o por los de sus padres?

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Sus discípulos le preguntaron: 'Maestro, ¿quién ha pecado para que esté ciego: él o sus padres?'

La Biblia Textual 3a Edicion

² Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabbí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² Sus discípulos le preguntaron: ' Rabbí, ¿quién pecó, para que éste naciera ciego: él o sus padres?'.

Juan 9:2 Referencias Cruzadas

Éxodo 20:5

No debes inclinarte ante ellos ni adorarlos, porque yo soy el Señor tu Dios y soy celosamente exclusivo. Yo pongo las consecuencias del pecado de los que me odian sobre sus hijos, sus nietos y sus bisnietos;

Mateo 16:14

“Algunos dicen que Juan el Bautista, otros dicen que Elías, y otros dicen que Jeremías o uno de los otros profetas”, respondieron ellos.

Mateo 23:7

A ellos les gusta que los saluden con respeto en las plazas del mercado, y que la gente les llame ‘Rabí’.

Mateo 23:8

“No dejen que la gente los llame ‘Rabí’. El Gran Maestro de ustedes es solo uno, y ustedes son todos hermanos.

Lucas 13:2

“¿Ustedes creen que estos galileos eran peores que cualquier otro galileo por el hecho de haber sufrido así?” preguntó Jesús.

Juan 4:31

Mientras tanto, los discípulos de Jesús estaban insistiéndole: “¡Maestro, come algo, por favor!”

Juan 9:1

Mientras Jesús caminaba, vio a un hombre que era ciego desde su nacimiento.

Juan 9:34

“Tú naciste siendo completamente pecador, y sin embargo estás tratando de enseñarnos”, respondieron ellos. Y lo expulsaron de lo sinagoga.

Hechos 28:4

Cuando la gente que estaba allí vio la serpiente colgando de su mano, se dijeron unos a otros: “Este hombre debe ser un asesino. Aunque escapó de la muerte en el mar, la justicia no lo dejará vivo”.