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Juan 8:53 - Versión Biblia Libre

53 ¿Acaso eres tú más grande que nuestro padre Abraham? Él murió, y los profetas también murieron. ¿Quién crees que eres?”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

53 ¿Acaso eres más importante que nuestro padre Abraham? Él murió, igual que los profetas. ¿Tú quién te crees que eres?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

53 ¿Eres tú más grande que nuestro padre Abrahán, que murió, lo mismo que murieron los Profetas? ¿Quién te crees?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

53 ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡También los profetas murieron! ¿Quién te haces a ti mismo?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

53 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Abrahán, que murió? Y también los profetas murieron. ¿Por quién te tienes tú?'.

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Juan 8:53
14 Referencias Cruzadas  

Porque nos nacerá un niño, se nos dará un hijo. Él llevará la responsabilidad de gobernar. Se llamará Consejero maravilloso, Dios poderoso, Padre eterno, Príncipe de la paz.


Sin embargo yo les digo a ustedes: ¡Aquí hay alguien que es aún más grande que el Templo!


y no se jacten de decirse a ustedes mismos: ‘Abrahán es nuestro padre’. Les digo que Dios podría convertir estas piedras en hijos de Abrahán.


Loa judíos respondieron: “No vamos a apedrearte por hacer cosas buenas, sino por blasfemia, porque tú eres solamente un hombre y estás afirmando que eres Dios”.


La multitud respondió: “la Ley nos dice que el Mesías vivirá para siempre, ¿cómo puedes decir tú que el Hijo del hombre debe ser ‘levantado’? ¿Quién es este ‘Hijo del hombre’?”


Los líderes judíos respondieron: “Tenemos una ley, y de acuerdo a esa ley, él debe morir porque se proclamó a sí mismo como el Hijo de Dios”.


“Nuestro Padre Jacob nos dio el pozo. Él mismo bebió de él, así como sus hijos y sus animales. ¿Eres tu más grande que él?”


Fue por esto que los judíos se esforzaron más aún en matarlo, porque no solamente quebrantaba el Sábado sino que también llamaba a Dios su Padre, haciéndose así semejante a Dios.


“Les digo la verdad: antes de que Abraham naciera, Yo soy”, dijo Jesús.


Ellos son nuestros antepasados, ancestros de Cristo, humanamente hablando, de Aquél que gobierna sobre todo, el Dios bendito por la eternidad. Amén.


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