Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Juan 5:30 - Versión Biblia Libre

30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo basándome en lo que se me dice, y mi decisión es justa, porque no estoy haciendo mi propia voluntad sino la voluntad de Aquél que me envió.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo según Dios me indica. Por lo tanto, mi juicio es justo, porque llevo a cabo la voluntad del que me envió y no la mía.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Yo no puedo hacer nada por mi cuenta, sino que juzgo conforme a lo que escucho; así mi juicio es recto, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de Aquel que me envió.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

30 No puedo Yo hacer nada de mí mismo.° Según oigo, juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo conforme a lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Ver Capítulo Copiar




Juan 5:30
21 Referencias Cruzadas  

¡No puedes hacer algo así! No puedes matar a las personas buenas junto con las malvadas, pues estarías tratando a buenos y malos del mismo modo. ¡No puedes actuar así! ¿No actuará con justicia el Juez de toda la tierra?”


De hecho, que todo lo que esté ante el Señor cante alabanzas, porque él viene, viene a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con rectitud, y a las naciones con su verdad.


Será una inspiración para que los jueces hagan lo correcto, y animará a los que combatan los ataques a la puerta.


Porque el Señor se ha arrepentido de castigarte, y ha enviado lejos a tus enemigos. El Señor, el rey de Israel está contigo y nunca más tendrás que temer al desastre.


Entonces se fue un poco más lejos, se postró sobre su rostro y oró. “Padre mío, por favor, si es posible, quítame esta copa de sufrimiento”, pidió Jesús. “Aun así, que no sea lo que yo quiero sino lo que tu quieres”.


¿No crees que yo vivo en el Padre y que el Padre vive en mí? Las palabras que yo hablo no son mías; es el Padre que vive en mí quien está haciendo su obra.


Yo te he dado gloria aquí en la tierra al terminar la obra que me mandaste a hacer.


Jesús le dijo a Pedro: “¡Guarda esa espada! ¿Crees que no debo beber la copa que mi Padre me ha dado?”


Jesús les explicó: “Mi comida es hacer la voluntad de Aquél que me envió y completar su obra.


Jesús les explicó: “Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; él solo puede hacer lo que ve hacer al Padre. Todo lo que el Padre hace, lo hace también el Hijo.


Porque yo no descendí del cielo para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me envió.


“Cuando ustedes hayan levantado al Hijo del hombre sabrán entonces que yo soy el ‘Yo soy,’ y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó.


Jesús respondió: “Si Dios fuese realmente el padre de ustedes, ustedes me amarían. Yo vine de Dios y estoy aquí. No fue mi propia decisión venir, sino la de Uno que me envió.


Yo no vine aquí buscando honra para mí mismo. Pero hay Uno que lo hace por mí y quien juzga a mi favor.


Así como Cristo no vivió para complacerse a sí mismo, sino que, como la Escritura dice de él: “Las ofensas de los que te insultaban han caído sobre mí”.


Sabemos que el juicio de Dios sobre aquellos que hacen tales cosas está basado en la verdad.


Ahora por tu corazón endurecido y tu rechazo al arrepentimiento, estás empeorando tu situación para el día de la recompensa, cuando se demuestre la rectitud del juicio de Dios.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos