Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Juan 17:22 - Versión Biblia Libre

22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que puedan ser uno, así como nosotros somos uno.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

22 »Les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y Yo les he dado la gloria que me has dado, para que sean uno como Nosotros somos uno.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 La gloria que me has dado yo se la he dado a ellos, para que sean uno, como nosotros somos uno.

Ver Capítulo Copiar




Juan 17:22
23 Referencias Cruzadas  

Reunió a los doce discípulos y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los malos espíritus.


para que puedan sentarse en mi mesa a comer y beber cuando estén en mi reino, y se sienten sobre tronos y juzguen a las doce tribus de Israel”.


La Palabra se volvió humana y vivió entre nosotros, y nosotros vimos su gloria, la gloria del único hijo del Padre, lleno de gracia y verdad.


Nosotros todos hemos sido receptores de su generosidad, de un don gratuito tras otro.


Ese día ustedes sabrán que yo vivo en el Padre, que ustedes viven en mí, y que yo vivo en ustedes.


“Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo esté, para que puedan ver la gloria que me diste—porque tú me amaste antes de que el mundo fuera creado.


Los apóstoles salieron del concilio, felices por ser considerados dignos de padecer afrenta por causa del nombre de Jesús.


A los que escogió también llamó, y a aquellos a quienes llamó también justificó, y a quienes justificó también glorificó.


Así que todos nosotros, con nuestros rostros descubiertos, vemos y reflejamos al Señor como en un espejo. Estamos siendo transformados conforme a la misma imagen del espejo, cuya gloria es cada vez más brillante. Esto es lo que hace el Señor, que es el Espíritu.


De modo que somos embajadores de Cristo, como si él rogara por nosotros: “Por favor, vuelvan a él y sean sus amigos”


Como colaboradores de Dios, también les rogamos que no acepten la gracia de Dios en vano.


que está siendo edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, del cual Cristo es la piedra angular.


Pues a ustedes no solo se les ha dado el privilegio de confiar en Jesús, sino de sufrir por él también.


Estoy feliz de tener dificultades por causa de ustedes, porque por las cosas que me ocurrieron físicamente soy parte de los sufrimientos de Cristo que él mismo sigue experimentando por causa de su cuerpo, la iglesia.


Los que hemos visto y oído eso mismo les contamos, para que también puedan participar de esta amistad junto a nosotros. Esta amistad con el Padre y su Hijo Jesucristo.


Los que guardan sus mandamientos siguen viviendo en él, y él vive en ellos. Y sabemos que él vive en nosotros por el Espíritu que nos ha dado.


Es así como el amor se completa en nosotros, para que podamos estar seguros en el día del juicio: por el hecho de que vivimos como él en este mundo.


El muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y sobre ellos estaban inscritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos