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Jonás 4:9 - Versión Biblia Libre

9 Pero el Señor le preguntó: “¿tienes una Buena razón para estar enojado por la planta?” “¡Por supuesto que sí!” respondió Jonás. “¡Estoy enojado hasta la muerte!”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Entonces Dios dijo a Jonás: —¿Te parece bien enojarte porque la planta murió? —¡Sí —replicó Jonás—, estoy tan enojado que quisiera morirme!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Entonces Yavé le preguntó: '¿Te parece bien enojarte por este ricino?' Jonás respondió: 'Sí, tengo razón para estar enojado hasta el punto de querer morir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ’Elohim respondió a Jonás: ¿Tanto te irritas por lo de la calabacera? Él respondió: ¡Tengo razón para irritarme hasta la muerte!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero Dios respondió a Jonás: '¿Crees que es razonable que te irrites por lo del ricino?'. Él contestó: 'Tengo toda la razón para enojarme hasta desearme la muerte'.

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Jonás 4:9
13 Referencias Cruzadas  

Te destrozas con tu ira. ¿Crees que la tierra tiene que ser abandonada, o que las montañas deben moverse sólo por ti?


Ciertamente la ira mata al necio y la envidia al simple.


Ella se quejaba y lo regañaba todo el tiempo, fastidiándolo hasta que deseó morir.


Durante ese tiempo, la gente andará buscando la muerte, pero no la hallarán; querrán morir, pero la muerte huirá de ellos.


La tristeza que Dios quiere que sintamos es la que nos lleva al arrepentimiento y trae salvación. Esta clase de tristeza no trae consigo ningún tipo de remordimiento, pero la tristeza mundanal trae muerte.


Entonces les dijo: “Estoy tan inundado de tristeza, que siento morir. Esperen aquí y estén en vigilia conmigo”.


Pero ten cuidado de que tu cólera no te seduzca en la burla; y no dejes que el tamaño del ‘soborno’ te conduzcan al pecado.


Pero esto enojó a Jonás, y se llenó de rabia.


Entonces, cuando el sol salió en lo alto, Dios mandó un viento del este, y el sol quemó la cabeza de Jonás, por lo que Jonás desmayaba y deseaba morir. “¡Prefiero morir que estar vivo!” dijo.


Entonces el Señor le dijo a Jonás: “Te preocupa una planta por la cual no hiciste nada, y no la hiciste crecer. Salió de un día para otro y murió de un día para otro.


Acab se fue a casa malhumorado y enfurecido porque Nabot de Jezrel le había dicho: “No te daré la herencia de mis antepasados”. Se acostó, no quiso mirar a nadie y se negó a comer.


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