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Jeremías 44:3 - Versión Biblia Libre

3 por el mal que hicieron. Me hicieron enojar quemando incienso y sirviendo a otros dioses que no habían conocido, y que tú y tus antepasados tampoco habían conocido.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 a causa de la maldad que ellos cometieron para enojarme, yendo a ofrecer incienso, honrando a dioses ajenos que ellos no habían conocido, ni vosotros ni vuestros padres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Ellos provocaron mi enojo con toda su perversidad. Quemaban incienso y rendían culto a otros dioses, dioses que ni ellos ni ustedes ni ninguno de sus antepasados conocieron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Esto les pasó por culpa de los crímenes que cometieron para molestarme, yendo a incensar y adorar a dioses extranjeros, que no conocían ni ellos, ni ustedes ni sus padres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 por causa de la maldad con que se empeñaron en provocarme, yendo a quemar incienso, honrando a dioses ajenos que no habían conocido ni ellos, ni vosotros, ni vuestros padres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 por el mal que cometieron ofendiéndome, yendo a incensar y servir a otros dioses que no habían conocido ni ellos ni vosotros ni vuestros padres.

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Jeremías 44:3
30 Referencias Cruzadas  

“Pero tú has hecho lo correcto con respecto a todo lo que nos ha sucedido. Siempre has actuado con fidelidad, mientras que nosotros hemos hecho tanto mal.


Porque Jerusalén y Judá han caído por causa de lo que dijeron e hicieron en contra del Señor, rebelándose delante de él.


Yo, el Señor Todopoderoso, fui quien te plantó, pero he anunciado que serás destruido a causa de la maldad que ha cometido el pueblo de Israel y de Judá, enojándome al quemar incienso a Baal.


Cuando les expliques todo esto, te preguntarán: “¿Por qué ha ordenado el Señor que nos ocurra un desastre tan terrible? ¿Qué hemos hecho mal? ¿Qué pecado hemos cometido contra el Señor, nuestro Dios?”


La gente responderá: “Porque rompieron el acuerdo del Señor, su Dios. Fueron a adorar a otros dioses”.


Voy a hacer esto porque no han obedecido a mis palabras, declara el Señor, que les envié una y otra vez por medio de mis siervos los profetas. Ustedes, los exiliados, tampoco me han obedecido, declara el Señor.


“Desde sus primeros días, todo lo que ha hecho el pueblo de Israel y de Judá ha sido malo a mis ojos. De hecho, todo lo que han hecho es para enfurecerme con sus acciones, declara el Señor.


Como pueden ver hoy, el desastre que han experimentado ocurrió porque quemaron incienso a otros dioses y pecaron contra el Señor, negándose a escuchar al Señor o a seguir sus instrucciones, sus reglas y sus reglamentos”.


¿Por qué me hacen enojar con lo que hacen, quemando incienso a otros dioses en Egipto, donde han venido a vivir? Porque si esto sucede serás destruido, y te convertirás en una palabra de maldición, en una expresión de condena entre todas las naciones de la tierra.


Cuando la gente te pregunte, Jeremías, “¿Por qué el Señor, nuestro Dios, nos ha hecho todas estas cosas?” , les dirás: “De la misma manera que ustedes me han abandonado y han servido a dioses extranjeros aquí en su país, así servirán a extranjeros en un país que no es el suyo”.


¿No debería yo castigarlos por todo esto? declara el Señor. ¿No debo tomar represalias por lo que ha hecho esta nación?


Pero, ¿es a mí a quien realmente hieren? declara el Señor. ¿No se están lastimando a sí mismos y se están avergonzando?


Jerusalén pecó terriblemente y por eso ahora es tratada como un ser impuro. Todos los que antes la honraban ahora la desprecian, porque la han visto desnuda y avergonzada. Ella misma gime mientras se aleja.


Pero esto sucedió por los pecados de sus profetas y la maldad de sus sacerdotes, que derramaron la sangre de los inocentes allí mismo, en la ciudad.


“Los pecados del pueblo de Israel y de Judá son realmente terribles”, respondió. “Todo el país está lleno de asesinos, y los que viven en la ciudad son criminales. Dicen: ‘El Señor ha abandonado nuestro país. No puede ver lo que estamos haciendo’.


Pero nosotros hemos pecado, hemos hecho el mal. Hemos actuado con maldad, nos hemos rebelado contra ti. Nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus leyes.


Aunque tu propio hermano, o tu hijo o hija, o la esposa que amas, o tu mejor amigo te animen en secreto, diciendo: “Vamos a adorar a otros dioses” desconocidos para ti y tus antepasados,


El pueblo responderá: “Es porque abandonaron el pacto del Señor, el Dios de sus antepasados, que hizo con ellos cuando los sacó de Egipto.


Se fueron y adoraron a otros dioses, inclinándose ante dioses que nunca habían escuchado, dioses que el Señor no les había dado.


Ofreciste sacrificios a los demonios en lugar de a Dios, a dioses que no conocías, a nuevos dioses que tus antepasados no adoraban.


¿Quién se rebeló contra Dios aun habiendo oído lo que él dijo? ¿No fueron acaso los que fueron sacados de Egipto por Moisés?


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