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Jeremías 32:7 - Versión Biblia Libre

7 Tu primo Hanamel, hijo de Salum, viene a decirte: ‘¿Por qué no compras mi campo en Anatot, porque tienes derecho a rescatarlo y comprarlo?’

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 He aquí que Hanameel hijo de Salum tu tío viene a ti, diciendo: Cómprame mi heredad que está en Anatot; porque tú tienes derecho a ella para comprarla.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 «Tu primo Hanameel, hijo de Salum, vendrá y te dirá: “Compra mi terreno en Anatot. Por ley tienes derecho a comprarlo antes de que lo ofrezca a algún otro”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Hanamel, hijo de tu tío Selum, va a venir a verte para decirte: Cómprate mi campo, que tengo en Anatot, porque a ti te toca comprarlo por derecho de rescate.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Mira, Hanameel, hijo de tu tío Salum, viene para decirte: Cómprame mi heredad que está en Anatot, porque tú tienes el derecho de redención para comprarla.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 'Mira que Janamel, hijo de tu tío Salún, viene a ti para decirte: 'Cómprate mi campo de Anatot, pues tienes el derecho de rescate para comprarlo'.

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Jeremías 32:7
15 Referencias Cruzadas  

Pero el Señor le dijo a Ahías: “Mira, la mujer de Jeroboam viene a preguntarte por su hijo, porque está enfermo. Esto es lo que debes decirle, porque vendrá disfrazada”.


Estas son las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, uno de los sacerdotes que vivía en Anatot, en el territorio de Benjamín.


Esto es lo que dice el Señor acerca de la gente de Anatot que trata de matarte, diciéndote: “No profetices en nombre del Señor, o te mataremos”.


Jeremías respondió: “El Señor me dio un mensaje, diciendo


“Tal como había dicho el Señor, mi primo Hanamel vino a verme al patio de la guardia y me pidió: ‘Por favor, compra mi campo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tienes el derecho de propiedad familiar para redimirlo. Deberías comprarlo para ti’”. Esto me convenció de que era un mensaje del Señor.


“La tierra no debe ser vendida permanentemente, porque realmente me pertenece. Para mí ustedes son sólo extranjeros y viajeros de paso.


Así que cualquier tierra que compren, deben hacer arreglos para devolverlo a su dueño original.


Si uno de los tuyos se vuelve pobre y te vende parte de su tierra, su familia cercana puede venir y comprar de nuevo lo que ha vendido.


Sin embargo, los campos que rodean sus ciudades no deben ser vendidos porque pertenecen a los levitas permanentemente.


Un tío o primo o cualquier pariente cercano de su familia puede volver a comprarlos. Si tienen éxito, pueden volver a comprarse a sí mismos.


“Ordena a los israelitas que provean de sus ciudades de asignación de tierras para que los levitas vivan y pasten alrededor de las ciudades.


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