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Jeremías 23:18 - Versión Biblia Libre

18 Pero ¿quién de ellos ha asistido al consejo del Señor para escuchar y entender lo que dice? ¿Quién ha prestado atención a sus instrucciones y las ha seguido?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

18 Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 »¿Ha estado alguno de estos profetas en la presencia del Señor para escuchar lo que en realidad dice? ¿Acaso alguno de ellos se ha interesado lo suficiente como para escuchar?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Pero, ¿quién de ellos ha asistido a una reunión con Yavé? ¿Quién ha visto y oído su palabra? ¿Quién se ha fijado en sus palabras para transmitirlas?

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Pero, ¿cuál de ellos ha estado en el consejo de YHVH Para percibir y oír su palabra?, ¿Quién de ellos ha oído su palabra y la ha escuchado?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Pero ¿quién asistió al consejo de Yahveh? ¿Quién vio y oyó su palabra? ¿Quién atendió a su palabra y la escuchó?

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Jeremías 23:18
11 Referencias Cruzadas  

Entonces Sedequías, hijo de Quená, fue y abofeteó a Micaías en la cara, y le preguntó: “¿A dónde se fue el Espíritu del Señor cuando me dejó hablar contigo?”


Entonces Sedequías, hijo de Quená, fue y abofeteó a Micaías en la cara, y le preguntó: “¿Por dónde se fue el Espíritu del Señor cuando me dejó hablar contigo?”


“¿Puede alguien enseñarle a Dios algo que no sepa ya, puesto que él es quien juzga incluso a los seres celestiales?


“Presta atención, Job, y escúchame. Calla y déjame hablar.


El Señor es amigo de quienes lo respetan, y les explica su acuerdo.


Ahora bien, si hubieran asistido a mi consejo, habrían entregado mis instrucciones a mi pueblo y lo habrían hecho retroceder de su mala forma de vida, de sus malas acciones.


Porque el Señor no hace nada sin revelar sus intenciones a sus siervos los profetas.


Yo no los llamaré más siervos, porque los siervos no son considerados como de confianza por su amo. Yo los llamo amigos, porque todo lo que mi Padre me dijo yo se los he dicho a ustedes.


Pues “¿Quién entiende la mente del Señor, y quién consideraría instruirlo?” ¡Pero nosotros sí tenemos la mente de Cristo!


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