Jeremías 18:11 - Versión Biblia Libre11 Así que dile al pueblo de Judá y a los que viven en Jerusalén que esto es lo que dice el Señor: ¡Cuidado! Estoy preparando un desastre para ustedes, y elaborando un plan contra ustedes. Abandonen todos ustedes sus malos caminos. ¡Vivan bien y actúen bien! Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 196011 Ahora, pues, habla luego a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras. Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente11 »Por lo tanto, Jeremías, advierte a todo Judá y a Jerusalén y diles: “Esto dice el Señor: ‘En vez de algo bueno, les tengo preparado un desastre. Así que cada uno de ustedes abandone sus malos caminos y haga lo correcto’”». Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)11 Pues bien, oigan lo que dice Yavé a la gente de Judá y a los habitantes de Jerusalén: Sepan que yo estoy preparando contra ustedes una desgracia. Arrepiéntanse cada uno de su mal proceder, y mejoren su conducta y sus obras. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion11 Ahora pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalem, y diles: Así dice YHVH: He aquí, Yo doy forma° a un mal contra vosotros, y tramo un diseño contra vosotros. Volveos pues cada uno de su mal camino, y mejorad vuestros caminos y vuestras obras. Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 197511 Ahora, pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén en estos términos: Así dice Yahveh: 'Mirad: estoy preparando contra vosotros un mal y planeando contra vosotros un plan. Convertíos, pues, cada uno de su mala conducta, y enmendad vuestro proceder y vuestras obras'. Ver Capítulo |
Sin embargo, el Señor les había advertido repetidamente a Israel y a Judá, por medio de todos sus profetas y videntes, diciendo: “Dejen sus malos caminos y guarden mis mandamientos e instrucciones. Sigan toda la ley que ordené a sus antepasados que obedecieran, y que les di por medio de mis siervos los profetas”.
“Vayan y hablen con el Señor por mí, por el pueblo y por todo Judá, sobre lo que dice el libro que se ha encontrado. Porque el Señor debe estar realmente enojado con nosotros, porque nuestros antepasados no han obedecido las instrucciones del Señor en este libro; no han hecho lo que está escrito allí para que lo hagamos”.
Algunos decidieron: “Necesitamos un plan para lidiar con Jeremías. Todavía habrá sacerdotes para explicar la ley, todavía habrá sabios para dar consejos, y todavía habrá profetas para dar profecías. Organicemos una campaña de desprestigio contra él para no tener que escuchar una palabra de lo que dice”.