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Génesis 30:14 - Versión Biblia Libre

14 Durante el tiempo de la cosecha de trigo, Rubén encontró algunas plantas de mandrágoras mientras andaba por los campos de cultivos. Y los llevó a su madre Lea. Entonces Raquel le dijo a Lea: “Por favor, dame algunas de las mandrágoras que tu hijo encontró”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

14 Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Cierto día, durante la cosecha de trigo, Rubén encontró algunas mandrágoras que crecían en el campo y se las llevó a su madre, Lea. Raquel le suplicó a Lea: —Por favor, dame algunas de las mandrágoras que te trajo tu hijo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 En el tiempo de la siega del trigo, salió Rubén y encontró unas manzanas silvestres en el campo; y se las llevó a su madre Lía. Las vio Raquel y dijo a Lía: 'Por favor, dame alguna de esas manzanas silvestres que ha traído tu hijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Durante la siega del trigo, fue Rubén y halló mandrágoras° en el campo, y las llevó a su madre Lea. Y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Salió Rubén al tiempo de la siega del trigo, encontró mandrágoras en el campo y se las trajo a Lía, su madre. Dijo Raquel a Lía: 'Dame, por favor, algunas de las mandrágoras de tu hijo'.

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Génesis 30:14
5 Referencias Cruzadas  

“Dame un poco de ese guisado rojo”, le dijo Esaú a Jacob. “¡Muero de hambre!” (Fue así como Esaú obtuvo su otro nombre: “Edom”, que significa “rojo”).


“¿Acaso no te basta con haberme robado a mi esposo?” respondió Lea. “¿Vas a tomar también las mandrágoras de mi hijo?” “Bueno, podrás acostarte con él esta noche si me das algunas mandrágoras a cambio”, respondió Raquel.


Cuando Jacob regresó de los campos esa noche, Lea fue a su encuentro. “Debes acostarte conmigo esta noche porque he pagado por ti con las mandrágoras de mi hijo”, ella le dijo. Así que Jacob durmió con ella aquella noche.


Las mandrágoras desprenden su fragante aroma; estamos rodeados por toda clase de delicias, tanto nuevas como antiguas, que he guardado para ti, mi amor.


El territorio de Isacar limita con el de Simeón de este a oeste.


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