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Génesis 3:8 - Versión Biblia Libre

8 Al caer la noche y cuando soplaba la brisa del atardecer, escucharon al Señor caminando en el jardín. Entonces Adán y Eva se escondieron de la presencia del Señor entre los árboles del jardín.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Oyeron después la voz de Yavé Dios que se paseaba por el jardín, a la hora de la brisa de la tarde. El hombre y su mujer se escondieron entre los árboles del jardín para que Yavé Dios no los viera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y oyeron el sonido de YHVH ’Elohim paseando por el huerto a la brisa del día, y se escondió el hombre y su mujer de la presencia de YHVH ’Elohim entre los árboles del huerto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Oyeron el rumor de los pasos de Yahveh-Dios, que se paseaba por el jardín a la brisa del día, y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Yahveh-Dios por entre la arboleda del jardín.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y Adán y su esposa se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

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Génesis 3:8
20 Referencias Cruzadas  

Entonces el Señor se fue cuando terminó de hablar con Abraham, y Abraham se fue a casa.


“Te escuché caminando por el jardín y me asusté porque estaba desnudo, y por eso me escondí”, respondió Adán.


Unas densas nubes lo cubren para que no pueda ver nada mientras camina por el cielo’.


¿He ocultado mis pecados a los demás, escondiendo mi maldad en lo más profundo de mí?


Entonces el Señor respondió a Job desde el torbellino:


El Señor lo ve todo, y observa el bien y el mal.


¿Puede la gente esconderse en lugares secretos donde yo no pueda verlos? pregunta el Señor. ¿No actúo en todos los lugares del cielo y de la tierra? pregunta el Señor.


Los altares de Aven, donde Israel pecó, serán demolidos, y crecerán cardos con espinas sobre sus altares. Entonces clamarán a las montañas y a las colinas: “¡Caigan sobre nosotros!”


Siempre estaré a tu lado. Seré tu Dios, y tú serás mi pueblo.


Pero Jonás salió y huyó a Tarsis para escaparse del Señor. Entonces se fue a Jope, donde encontró un barco que iba en dirección a Tarsis. Pagó el pasaje y abordó para navegar hacia Tarsis y así escapar del Señor.


De esta manera, ellos demuestran cómo obra la ley que está escrita en sus corazones. Pues cuando piensan en lo que están haciendo, su conciencia los acusa por hacer el mal o los defiende por hacer el bien.


El Señor tu Dios está presente contigo en tu campamento para mantenerte a salvo y para derrotar a tus enemigos. Tu campamento debe mantenerse sagrado, porque si ve algo impuro entre ustedes, los abandonaré.


¿Ha escuchado alguna vez un pueblo la voz de Dios hablando desde el fuego, y han sobrevivido como ustedes lo han hecho?


Pero aún podríamos morir, ¿no es así? Este enorme fuego nos va a quemar, y moriremos si el Señor nuestro Dios continúa hablándonos.


No hay ser vivo que esté oculto de su vista; todo está expuesto y es visible ante aquél a quien hemos de rendirle cuentas.


Y los reyes de la tierra, los grandes líderes, los ricos, los poderosos, y todas las personas, esclavos o libres, se ocultaron en cuevas y entre las rocas de las montañas.


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