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Génesis 12:2 - Versión Biblia Libre

2 Te convertiré en el predecesor de una gran nación y te bendeciré. Te daré una gran reputación y haré que seas una bendición para otros.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré y engrandeceré° tu nombre, y serás bendición.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Yo haré de ti una nación grande; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y tú mismo serás bendición.

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Génesis 12:2
38 Referencias Cruzadas  

Y tendrás tantos descendientes que serán como el polvo de la tierra. ¡Quien quiera contara tus descendientes será quien pueda contar el polvo de la tierra!


Entonces el Señor llevó a Abrán afuera y le dijo: “Mira al cielo, y dime si puedes contar las estrellas.¡Así será la cantidad de descendientes que tendrás!”


Ahora bien, en lo que a Ismael se refiere, escuché lo que dijiste y también lo bendeciré. Me aseguraré de que tenga muchos descendientes. Será el padre de doce príncipes, y yo lo convertiré en una gran nación.


Abraham sin duda será una nación grande y ponderosa, y todas las naciones de la tierra serán benditas a través de él.


Yo lo he elegido para que le enseñe a sus hijos y a su familia a seguir el camino del Señor haciendo lo que es bueno, a fin de que yo, el Señor pueda cumplir lo que le he prometido a Abraham”.


Cuando Dios destruyó las ciudades del valle, no se olvidó de la promesa que le había hecho a Abraham, y salvó a Lot de la destrucción de las ciudades donde él vivía.


Abraham ya estaba muy avanzado en años, y el Señor lo había bendecido de todas las formas posibles.


“El Señor a bendecido abundantemente a mi señor y ahora es un hombre rico y poderoso. El Señor le ha dado ovejas, Ganado, plata y oro, siervos y siervas, así como camellos y asnos.


Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a su hijo Isaac, quien vivía cerca de Beer-lahai-roi.


Quédate aquí en este país. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque voy a darte a ti y a tus descendientes todas estas tierras. Yo guardaré la promesa solemne que yo le juré a tu padre Abraham.


Yo haré que tu descendencia sea tan numerosa como las estrellas del cielo, y les daré todas estas tierras. Todas las naciones de la tierra serán benditas por tus descendientes,


Que los pueblos de distintas naciones te sirvan y se inclinen ante ti. Que todos los que te maldigan sean malditos, y que sean benditos todos los que te bendigan”.


Tus descendientes serán tantos como el polvo de la tierra, y se esparcirán de oriente a occidente, y de norte a sur. Todos sobre la tierra serán benditos por tus descendientes.


Entonces Dios dijo: “¡Yo soy el Dios Todopoderoso! Reproduce, aumenta, y te convertirás en una nación - de hecho un grupo de naciones - y los reyes estarán entre tus descendientes.


“¡Yo soy Dios, el Dios de tu padre! No temas ir a Egipto, porque te convertiré a ti y a tus descendientes en una gran nación.


He estado contigo dondequiera que has ido. He destruido a todos tus enemigos delante de ti, y haré que tu reputación sea tan grande como la de las personas más famosas de la tierra.


y los funcionarios reales también han ido a expresar su aprobación a nuestro señor, el rey David, diciendo: ‘Que tu Dios haga que la reputación de Salomón sea aún más famosa que la tuya, y que haga que su reinado sea más grande que el tuyo’. El rey, en su lecho, inclinó la cabeza,


No. Tus pecados sólo afectan a la gente como tú, y cualquier bien que hagas también les afecta a ellos.


Él cuida de su pueblo, y este aumenta su tamaño drásticamente, también el número de sus ganados!


Sin embargo, los israelitas tenían muchos hijos y su número aumentaba rápidamente. De hecho, eran tantos que se volvieron muy poderosos, y el país estaba lleno de ellos.


¡Ahora déjame! Estoy enfadado con ellos... ¡Déjame acabar con ellos! Te convertiré en una gran nación”.


Miren a Abraham, su padre, y a Sara, que los dio a luz. Cuando lo llamé, era un solo hombre, pero luego lo bendije y tuvo muchos descendientes.


Los bendeciré a ellos y a todos los alrededores de mi colina. Enviaré la lluvia en el momento oportuno. Serán lluvias de bendición.


Con fidelidad le darás tu verdad al pueblo de Jacob, y tu amor al pueblo de Abraham, tal como se lo prometiste a nuestros padres hace mucho tiempo atrás.


Al pueblo de Judá e Israel: Así como fueron considerados como una maldición entre las naciones, yo los salvaré y se convertirán en una bendición. ¡No tengan miedo! ¡Sean fuertes!


Voy a enfermarlos con una enfermedad y matarlos. Entonces los convertiré en una nación más grande y fuerte que ellos”.


Pero Dios le dijo a Balaam, “No debes volver con ellos. No debes maldecir a este pueblo porque están bendecidos”.


“Mira, se me ha ordenado dar una bendición. Dios ha bendecido, y no puedo cambiar eso.


De hecho, fue antes de que Abraham fuera judío por ser circuncidado, lo cual era una confirmación de su confianza en Dios para hacerlo justo. Esto ocurrió antes de ser circuncidado, de modo que él es el padre de todos los que confían en Dios y son considerados justos por él, aunque no sean judíos circuncidados.


De modo que a través de Cristo Jesús la bendición de Abraham pudo llegar también a los extranjeros, y nosotros pudimos recibir la promesa del Espíritu por nuestra fe en Dios.


De modo que ustedes deben reconocer que los que creen en Dios son los hijos de Abraham.


Entonces esto es lo que debes declarar públicamente ante el Señor tu Dios, “Mi padre era un arameo que andaba de un lugar a otro. Sólo había unos pocos cuando él y su familia se fueron a vivir a Egipto. Pero se convirtieron en una nación grande y poderosa.


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