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Éxodo 40:9 - Versión Biblia Libre

9 “Usa el aceite de la unción para ungir el Tabernáculo y todo lo que hay en él. Dedícalo y todos sus muebles para hacerlo sagrado.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Toma el aceite de la unción y unge el tabernáculo junto con todo el mobiliario, a fin de consagrarlos y para que queden santos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 La consagrarás con todo su mobiliario y será cosa sagrada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el Tabernáculo y todo lo que hay en él, después lo santificarás con todos sus utensilios, y será sagrado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Tomarás el óleo de la unción y ungirás con él el santuario y cuanto hay en él. Lo consagrarás, con todos sus accesorios, y será santo.

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Éxodo 40:9
16 Referencias Cruzadas  

Tú amas lo que está bien y aborreces o malo. Por eso es que Dios, tu Dios, te ha puesto por encima de todos al ungirte con el aceite de la victoria.


Hizo el aceite de la santa unción y el incienso puro y aromático como el producto de un experto perfumista.


el altar de bronce con su reja de bronce, sus postes y todos sus utensilios; la palangana más su soporte;


“Prepara el patio que lo rodea y pon la cortina para la entrada del patio.


Descansará sobre él el Espíritu del Señor, que es Espíritu de sabiduría y de entendimiento, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor del Señor.


El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar la buena noticia a los pobres. Me ha enviado a curar a los quebrantados de corazón, a anunciar la liberación a los cautivos, a poner en libertad a los prisioneros,


Te di la posición de querubín guardián y te ungí. Vivías en el monte santo de Dios y caminabas entre las piedras de fuego.


Entonces Moisés tomó el aceite de la unción y ungió el tabernáculo y todo lo que había en él para dedicarlo todo.


El mismo día que Moisés terminó de montar el Tabernáculo, lo ungió y lo dedicó, junto con todo su mobiliario, el altar y todos sus utensilios.


Justo después de haber sido bautizado, Jesús salió del agua. Los cielos se abrieron y él vio al Espíritu de Dios como una paloma que descendía, posándose sobre él.


Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios no limita al Espíritu.


ha puesto su sello de aprobación sobre nosotros, y nos ha dado la garantía del Espíritu en nuestros corazones.


Él nos consuela en todas nuestras aflicciones, para que podamos consolar también a otros con el consuelo que recibimos de Dios.


Del mismo modo, Moisés roció la sangre en el tabernáculo y en todo lo que se usaba para el culto.


Pero ustedes han sido ungidos con la bendición del Espíritu Santo, y todos ustedes saben lo que es verdad.


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