Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Éxodo 10:7 - Versión Biblia Libre

7 Los oficiales del Faraón se acercaron a él y le preguntaron: “¿Cuánto tiempo vas a dejar que este hombre nos cause problemas? Deja que esta gente se vaya para que puedan adorar al Señor su Dios. ¿No te das cuenta de que Egipto ha quedado destruido?”

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo será este hombre un lazo para nosotros? Deja ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios. ¿Acaso no sabes todavía que Egipto está ya destruido?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Esta vez los funcionarios del faraón se le acercaron y le suplicaron: «¿Hasta cuándo permitirás que este hombre nos tenga como rehenes? ¡Deja que los hombres se vayan a adorar al Señor su Dios! ¿Acaso no te das cuenta de que Egipto está en ruinas?».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Los servidores de Faraón le dijeron: '¿Hasta cuándo va a ser nuestra ruina este hombre? Deja salir a esa gente para que ofrezca sacrificios a su Dios. ¿No te das cuenta cómo está arruinado el país?'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Los siervos de Faraón dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja que esta gente vaya y sirva a YHVH su Dios. ¿No acabas de entender que Egipto se está destruyendo?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Los servidores del Faraón le dijeron: '¿Hasta cuándo ese hombre va a ser para nosotros un lazo de ruina? Deja partir a esa gente, y que den culto a Yahveh, su Dios. ¿Ignoras aún que Egipto está pereciendo?'.

Ver Capítulo Copiar




Éxodo 10:7
16 Referencias Cruzadas  

Los terrenos fructíferos se convierten tierras arenosas y baldías a causa de la maldad de los que allí vivían.


Los egipcios instaron a los israelitas a dejar su país lo más rápido posible, diciendo: “¡Si no, moriremos todos!”


No se les debe permitir permanecer en tu tierra, de lo contrario te llevarán a pecar contra mí. Porque si adoras a sus dioses, definitivamente se convertirán en una trampa para ti”.


De esta manera los egipcios sabrán que yo soy el Señor cuando actúe contra Egipto y saque a los israelitas del país”.


“Este es un acto de Dios”, le dijeron los magos al Faraón. Pero el Faraón eligió ser obstinado y duro de corazón, y no quiso escuchar a Moisés y Aarón, como el Señor había predicho.


Los malvados están atrapados por sus propios pecados; pero los que hacen el bien, cantan y celebran.


Descubrí algo más horrible que la muerte: una tontería como la mujer que trata de atraparte, que quiere usar su mente y sus manos para capturarte y atarte. Los que siguen a Dios no serán atrapados, pero los pecadores caerán en su trampa.


No serás enterrado como esos otros reyes porque has destruido tu propia tierra y has matado a tu propia gente. Los descendientes de los que hacen el mal nunca sobrevivirán.


¡Por favor, despierta, despierta! ¡Usa tu fuerza, poderoso Señor! Actúa como en los viejos tiempos, en las generaciones anteriores. ¿No fuiste tú quien cortó a Rahab en pedazos, ¿quién mató a ese monstruo marino?


Moab será aplastado. Oigan a los pequeños que claman por ayuda.


Ahora, de repente, Babilonia ha caído. Ha sido hecha pedazos. Lloren por ella; consigan algún tratamiento para su dolor. Tal vez pueda ser curada.


Su plata y su oro no los salvarán el día de la ira del Señor. Toda la tierra será consumida con el fuego del celo de su ira. Él se asegurará de que la destrucción de los habitantes del mundo sea repentina y completa.


Les digo esto para su bien. No intento poner lazo en sus cuellos, sino mostrarles lo correcto a fin de que puedan servir al Señor sin distracciones.


pueden estar absolutamente seguros de que el Señor, su Dios, no expulsará definitivamente a estas naciones delante de ustedes. Por el contrario, serán una trampa y un lazo, un látigo en su espalda y como espinas en sus ojos hasta que desaparezcan completamente de esta buena tierra que el Señor su Dios les ha dado.


“Se la daré a David”, pensó Saúl. “Ella puede ser la carnada para que los filisteos lo atrapen”. Entonces Saúl le dijo a David: “Esta es la segunda vez que puedes ser mi yerno”.


Así que mandaron llamar a todos los gobernantes filisteos y les dijeron: “Que el Arca del Dios de Israel se vaya, vuelva al lugar de donde vino, porque si no nos va a matar a nosotros y a nuestro pueblo”. La gente moría en toda la ciudad, creando un pánico terrible, pues el castigo de Dios era muy duro.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos