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Esdras 4:13 - Versión Biblia Libre

13 Su Majestad debería darse cuenta de que si esta ciudad es reconstruida y sus murallas reparadas, no pagarán impuestos, tributos o tasas, y los ingresos del rey se verán afectados.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Ahora sea notorio al rey, que si aquella ciudad fuere reedificada, y los muros fueren levantados, no pagarán tributo, impuesto y rentas, y el erario de los reyes será menoscabado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 El rey también debería saber que, si esa ciudad se reconstruye y se completan sus murallas, su reino se verá perjudicado, porque los judíos se negarán a pagar los tributos, los derechos aduaneros y los peajes correspondientes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Pero ha de saber el rey que si llegan a reconstruir la ciudad y levantan nuevamente sus murallas, no pagarán más tributos, impuestos ni peajes, y por último los reyes saldrán perdiendo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Sepa ahora el rey que si esta ciudad es reedificada, y los muros terminados, no han de pagar tributo, impuesto o contribución alguna, con lo que se perjudicará el ingreso de los reyes.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Sepa el rey que, si éstos reconstruyen la ciudad y restauran sus murallas, no pagarán ya más tributos, impuestos ni gabelas, y en definitiva, serán los reyes los perjudicados.

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Esdras 4:13
9 Referencias Cruzadas  

Ahora bien, como estamos al servicio del rey y no nos parece bien que se le falte al respeto a Su Majestad, le enviamos esta carta para que esté informado,


Poderosos reyes han gobernado en Jerusalén y en toda la zona al oeste del Éufrates, y han recibido impuestos, tributos y tasas.


Ten en cuenta también que todos los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, sirvientes del Templo u otros trabajadores de este Templo están exentos de pagar cualquier impuesto, tributo o tasa, y no estás autorizado a cobrarles.


Otros más dijeron: “Hemos tenido que pedir prestado el dinero de nuestros campos y viñedos para pagar el impuesto del rey.


Los arrogantes difaman mi reputación con mentiras, pero yo sigo tus mandamientos con todo mi corazón.


Hacen planes para ver a la gente sufrir; sus palabras cortan como un rastrillo afilado, ¡Mentirosos!


“Si, por supuesto”, respondió Pedro. Cuando regresó donde estaban todos, Jesús se anticipó al hecho. “¿Qué piensas tu, Simón?” le preguntó Jesús. “¿Acaso los reyes de este mundo le cobran los impuestos a sus propios hijos o a los otros?”


Cuando Jesús se fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo que estaba sentado en su cabina de cobro de impuestos. Jesús lo llamó diciéndole “Sígueme”. Entonces él se levantó y siguió a Jesús.


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