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Esdras 2:68 - Versión Biblia Libre

68 Cuando llegaron al Templo del Señor en Jerusalén, algunos de los jefes de familia hicieron contribuciones voluntarias para reconstruir el Templo de Dios en el lugar donde antes estaba.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

68 Y algunos de los jefes de casas paternas, cuando vinieron a la casa de Jehová que estaba en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para la casa de Dios, para reedificarla en su sitio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

68 Cuando llegaron al templo del Señor en Jerusalén, algunos de los jefes de familia entregaron ofrendas voluntarias para la reconstrucción del templo de Dios en su sitio original,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

68 Algunos jefes de familia al llegar al Templo de Yavé en Jerusalén hicieron ofrendas voluntarias para el Templo de Yavé, para que se lo reconstruyera en el mismo lugar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

68 Y cuando llegaron a la Casa de YHVH, algunos de los cabezas de familia que estaban en Jerusalem, dieron ofrendas voluntarias para que reedificaran la Casa de Dios en sus propios cimientos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

68 Algunos de los cabezas de familia, cuando llegaron al templo de Yahveh, en Jerusalén, ofrecieron donativos voluntarios al templo de Dios, para que fuera reconstruido en su mismo emplazamiento.

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Esdras 2:68
20 Referencias Cruzadas  

Entonces el ángel del Señor le dijo a Gad que le dijera a David que fuera a construir un altar al Señor en la era de Ornán el jebuseo.


Entonces David dijo: “Aquí estará la casa del Señor Dios, y este es el lugar para el altar de los holocaustos para Israel”.


Entonces Salomón comenzó a construir el Templo del Señor en Jerusalén, en el monte Moriah, donde el Señor se apareció a su padre David. Este era el lugar que David había dispuesto: la antigua era de Ornán el jebuseo.


435 camellos y 6.720 asnos.


Dieron según lo que tenían, poniendo su donativo en el tesoro. El total ascendió a 61.000 dáricos de oro, 5.000 minas de plata y 100 túnicas para los sacerdotes.


Aunque tenían miedo de los habitantes del lugar, levantaron el altar sobre sus cimientos originales y sacrificaron en él holocaustos al Señor, tanto en la mañana como en la tarde.


Aunque somos esclavos, nuestro Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitud, sino que nos ha mostrado su amor confiable al hacer que los reyes de Persia sean bondadosos con nosotros, al revivirnos para que podamos reconstruir el Templo de nuestro Dios y reparar su estado ruinoso, y al darnos un muro de protección alrededor de Judá y Jerusalén.


Tu pueblo te seguirá en el día en que tu poder sea revelado en las montañas santas, renovado en fuerza cada mañana como el rocío al amanecer.


“Ordena a los israelitas que me traigan una ofrenda. Recibirás mi ofrenda de todos los que quieran darla.


Y todos aquellos que se sintieron movidos a hacerlo y que tenían un espíritu dispuesto vinieron y trajeron una ofrenda al Señor por el trabajo de hacer el Tabernáculo de Reunión, por todo lo que se requería para sus servicios, y por las ropas sagradas.


Todos los hombres y mujeres israelitas que estaban dispuestos trajeron una ofrenda voluntaria al Señor por todo el trabajo de hacer lo que el Señor, a través de Moisés, les había ordenado hacer.


Moisés les dio todo lo que los israelitas habían contribuido para llevar a cabo el trabajo de construcción del santuario. Mientras tanto el pueblo siguió trayendo ofrendas voluntarias cada mañana,


Si hay disposición, es bueno que den de lo que tengan, y no lo que no tienen.


Puedo dar testimonio de que dieron todo lo que pudieron y, de hecho, más que eso. Por decisión propia


Cada uno debe dar según lo que haya decidido dar, y no de mala gana o por obligación, porque Dios ama a los que dan con espíritu alegre.


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